domingo, 22 de abril de 2012

El frío del invierno te pisa los talones.



El motivo de esta entrada es una pregunta que se me hizo ayer. La pregunta, no falta de interés por ambas partes (y alguna más no involucrada hasta el momento), es la siguiente:
"o ser humano nace ou faise egoista?" Y yo, que soy así, que me faltan tantas capacidades como imaginación me sobra por momentos, tiraré un poco de esa mi locura transitoria.

Mi primera impresión fue que cada persona se vuelve más egoísta con el tiempo. Pero hay cuestiones por delante que no había abordado, quién sabe si por falta de pausa a la hora de pensar, o las cervezas durante el partido de ayer.

La cuestión empieza, como empiezan todas las frases, por el principio. ¿El ser humano nace egoísta? (no, lo de si el ser humano nace o se hace es otro tema) Sí. Yo creo que sí. Sino mira a un niño que quiere atención, que llora para obtener comida, que llora porque tiene sueño y no sabe cómo empezar a dormir. Después, grita e incluso pega porque algún otro niño le robó "su juguete", por ejemplo. ¿Es ese un acto debido al egoísmo o por falta de desarrollo? Yo sinceramente creo que es un acto que, aunque se olvide, y sea cual sea el motivo, queda grabado en la memoria. Se puede argumentar que los animales también cometen ese tipo de actos que, si los hace un humano, se consideran 'egoístas', 'infantiles'. Hacen "lo que hacen" para marcar su territorio, sí, pero es porque ellos no poseen la capacidad de razonamiento y pensamiento que hace 'necesario', en nuestro caso, distinguir de lo que está bien o está mal.
Si seguimos por esas, cuando ganamos capacidad de raciocinio, ¿perdemos egoísmo? Pues mira, oye, que no lo sé. Hay mucha gente que, en su búsqueda de la inteligencia, capacidad intelectual, se desprende de esos defectos: egoísmo, hipocresía, 'maldad' (si quieres llamarlo así),... Pero hay mucha gente que confunde, hay demasiada gente que separa la inteligencia de la bondad, del ser 'bueno'. ¿Quiero decir que para que una persona sea inteligente tiene que ser buena persona? Sí. ¿Y que para que una persona sea buena tiene que ser inteligente? Pues no. Porque cada uno tiene a su alcance más o menos medios, y no por ello deja de ser buena persona.
Bueno, pero al caso: el ser humano, ¿nace o se hace egoísta? Depende, en mi opinión, de que seamos capaces de distinguir, de seguir con esos dos conceptos ligados en el caso de la gente 'capaz' y la gente con medios. Si, lo sé, sé que no estoy contestando a la pregunta. Pues te digo, creo que la gente con capacidad tiende a hacerse tonta, todo con lo que eso conlleva (mala persona, egoísta, etc.), intentando que la gente que, por unos motivos u otros, no tienen medios para desarrollar su capacidad, sigan sin poder hacerlo. Porque les conviene, por supuesto. No les conviene que la gente pueda disfrutar de todos los medios habidos y por haber para tener la misma capacidad que ellos y vean que lo están haciendo mal, que son unos 'capullos', permitidme decir. Sí, digo que hay cada vez más capullos, y también hay más gente buena con buena capacidad. Por desgracia, tiende a predominar el primer grupo. Hay gente se da por vencido y diga 'yo no soy capaz' o derivados. Joven, quizás ahora no puedas hacer más, pero lucha por cambiarlo, por mejorar. Todo el mundo, absolutamente TODO EL MUNDO no sólo puede, sino que tiene que mejorar. Y no sólo individualmente, sino colectivamente, puesto que "colectivamente [los humanos] son un conjunto de idiotas". Sí, estoy haciendo una llamada a dejar de ser una sociedad tan decadente y podamos mejorar. Sí, podemos.

sábado, 21 de abril de 2012

Ya no queda nada.

Y me dices que todo está perdido, que me he perdido en el camino. Yo, que busco sin sentido el motivo por el que me he movido, he dejado de buscar soluciones a paranoias mentales para ver si así me encuentra el destino.
Porque ya son horas de saber si este hastío me va a aportar algo más que una sencilla y encantadora misantropía, una cantidad de sueños tan incalculables como incomprensibles, unos golpes auto-inflingidos que, si tuviera que enseñarlos, no sabría cómo, ya que son muy personales, nada aconsejables. Es por eso que es mejor seguir adelante, paso a paso, piedra a piedra. No sólo para mí, sino para todo el mundo. Es lo que te deseo: que, te pase lo que te pase, sigas adelante. Todos seguimos adelante, cada uno con lo que tiene: sus manías, sus paranoias, sus enfermedades, sus cocos, sus pesadillas...

Que la suerte se cuele por tu ventana!

jueves, 19 de abril de 2012

Oh, cállate!

Las dulces curvas de tus pestañas al despertar son como el azúcar del yogur, el Nesquik del tazón de leche. Estas frases son para mí como la sal a la leche para la gente de a pie, quizás. Tienen un romanticismo por las personas desmedido. No, lo siento, no es una forma correcta de decirlo. Tienen una forma de expresarlo equivocada, en lo que es mi opinión. ¿De verdad siente necesidad la gente de decir tal cantidad de cosas? Claro que todo el mundo necesita/quiere que una persona esté a su lado, pero ese romanticismo irreal tiene que acabar. Dejémosles a los adolescentes que se digan esas sandeces que se sueltan muy fácil y sin pensarlo apenas. Quizás sean eso, en realidad; frases que se sueltan muy fácilmente, sin llegarlas a pensarlas del todo y, una vez vas creciendo, aprendiendo a pensar y a aprender, las dices menos, porque no son necesarias, no son verdad.
Por favor, tampoco me malinterpretéis: dejaos llevar, sí, pero con un poco de cabeza, ¿vale? Que cada uno se lo intente aplicar como mejor vea. Empezando, además, por uno mismo.

martes, 17 de abril de 2012

Podría ser capaz

"Todas las historias ya han sido inventadas. Sólo tenemos que recordarlas. Creo, sinceramente, que no las leemos por primera vez, sólo las recordamos; aunque sea recordarlas hacia el futuro. Muchas veces, cuando ya la has leído (en el pasado), recuerdas la historia hacia ambos lados de la cuerda temporal.
En realidad, no creo que ocurra solamente con la lectura. Pienso que ocurre lo mismo con las experiencias personales vividas, con los estudios; depende de nosotros, de nuestra habilidad para recordar las ideas bien, en que tardemos más o menos tiempo en escoger el camino correcto. Preferiría decir "nuestro" camino, ya que "el camino correcto" puede acercarnos a connotaciones que prefiero evadir.
El tiempo nos la juega. A veces nos confunde, nos envía señales (a veces son los denominados flash-backs). Confundimos caras, lugares, y nos equivocamos. Pero, ¿es esa equivocación producto de una elección, un paso más hacia delante, con la que se suponía teníamos que aprender, o es un obstáculo que nos aleja de nuestro "destino"? Podía decirse que no todo el mundo llega a ser todo en lo que puede convertise. Esto me hace preguntarme si la cuerda que tenemos agarrada tiene un final fijo o se divide en una cantidad de destinos posibles tan numerosa como mareante. ¿Hay sólo UN camino correcto? Y lo digo sin connotaciones religiosas, ni divinas, ni políticas. ¿Hay UN camino correcto, y otros caminos menos correctos, sin llegar a ser malos o equivocados, siendo el correcto el mejor que podemos alcanzar?
Lo que sé es que hay momentos en los que por mis vena corre sangre existencialista y no creo que esté haciendo nada nuevo/bueno. Y quizás sea eso lo mejor, que me dé cuenta y que simplemente lo que mejor haga sea dejarme llevar."

Y ahora, mientras releo estas palabras que escribí hace unas 12 horas, pienso que dedico mucho tiempo a la teoría, siendo, desde un primer momento, errónea. Pierdo demasiado el tiempo pensando en qué y en cómo, pasando en muy contadas ocasiones a los hechos. Esta noche, como tantas otras, me acostaré con mi cama y nos entregaremos una vez más.

lunes, 16 de abril de 2012

Suenan como cañones, como los Tambores del Congo.

No tengo que disculparme cuando digo que acabaré volviendo a Galicia para trabajar. Si eso, conmigo mismo. Y no me malinterpretéis: no digo que Galicia sea mala, o no sea suficiente para mí, que, aunque en algunos aspectos así lo considere, sino porque creo que puedo ayudar a que la situación mejore. Me da igual que suene arrogante, pero es lo de menos. Quizás lleve toda la vida dándome demasiada importancia, así que dejaré (ahora y para todo lo demás) lo de que me suene arrogante lo que yo diga. No todo el mundo me va a tener que tener en cuenta (ni mucho menos).
Lo que quiero decir es que voy a luchar por algo. Personalmente sé por lo que voy a luchar. En general, por la sociedad no sé qué intentaré hacer, pero sí quiero intentar aportar algo. Supongo que mis ambiciones personales tienen que ver con poder hacer algo por los demás, que me contento con hacer cosas para los demás, aunque no quiero caer en la típica falacia de que es lo único que quiero: claro que no lo es. Como ser humano, quiero cosas para mí, y sólo para mí. Échame la culpa si quieres, pero si haces un poco de autocrítica, si no la hacías ya antes, descubrirás que tú también quieres algo única y exclusivamente para ti. ¿No es cierto? Y si no, ya dejarás de ser un crío hipócrita. Si en cambio, piensas que sólo piensas en cosas para ti y nada para el resto, supongo que deberías de dejar de ser un buen gilipollas. De esos hay muchos, porque son los que menos verdades se atreven decir en alto.

sábado, 14 de abril de 2012

Creo que en el fondo hay algo.

La soledad de los viajes se produce por la cantidad de emoción que producen las compañías de los días anteriores. Ahora mismo sigo teniendo resaca. Se debe a que uno se sigue asombrando cada día por las amistades, colegas, salvavidas... Hace 34h aproximadamente, escribía esto. Atentos:

"Es la calma de la tormenta de los pies de un novato de café al par de minutos de empezar uno; es tan bello como el café de cafetería que, aún sin estar tan rico como el que se hace en casa, es más bello; es tan raro como aquel chico que coge la taza de café por el lado sin asa, dejándola al otro lado.
Hay millones de comparaciones posibles relacionadas con el café y sus lugares, sea donde sea que los tomes; también las hay con sus formas de tomarlo. Todo acaba siendo una rutina que, lejos de aburrir, resulta de lo más artístico que se puede observar. Coger un boli con una mano y el café con la otra tiene tanta capacidad narrativa, en mi opinión, que todas esas imágenes-tópico de las que he oído hablar, que he visto a través de una pantalla, ahora tienen sentido. Supongo que si no te gusta escribir (o artistear) o no te gusta el café, resulta una relación imagen-escena artística tan inestable que es imposible.
Yo, personalmente, agradezco haber tardado tanto en que me empezara a gustar. Mi paladar, aún no acostumbrado plenamente, empieza a notar todo lo que mis manos escribir sobre él, todas las imágenes que mi cerebro produce única y exclusivamente para mí para que encuentre el mejor método posible para hacéroslas llegar. De las tres imágenes que describí en el primer párrafo, las tres hablan de mí. Más bien hablaban. Ya no me queda café, mis piernas se mueven casi tan rápidamente como mi mano derecha que, por muy grosera que resulte la imagen, existe con un boli y tinta, todo verdadero, no en sentido metafórico. Así como en mis oídos suena la versión de "Chicago" realizada por Vetusta Morla y Cristina Rosenvige, en mi cerebro se mezclan imágenes pasadas, presentes, y futuras; por mi nariz se asoman olores de noches pasadas, mañanas tristes, y tardes de acompañamiento en un bajo lleno de cuadros recién pintados, habiendo también otros más viejos. Mi amigo me habla de gente que conocía, de antiguos amigos, pero también de alguno presente que resulta, en este caso que se me pasa por la cabeza, ser mi padre. En un segundo, mi cabeza me lleva a hace poco más de veinticuatro horas, cuando me encontraba con un amigo hablando de tantas cosas. ¡Cómo son las cosas!, ¿eh? ¡Cómo es la mente humana!
Ayer estábamos hablando de mi idea, esa misma que estoy desarrollando, de lo solo que se puede sentir el personaje, ya que no hay ninguna persona como él, por lo que muchas veces es un incomprendido. Como ejemplo, me referí a un momento pasado común que, sin decir nada que pareciera ser un momento tan particular, mi construcción gramatical y nuestra buena memoria nos llevaron a un momento exacto en el tiempo.
Son los momentos así que me hacen preguntar sobre mi genialidad al usar, de vez en cuando, esa mi capacidad gramatical que, aunque muchas veces sea incorrecta por breves colapsos cerebrales, otras muchas también hace que consiga el efecto deseado.
Supongo que ese mismo amigo tiene razón (y fue sincero al mismo tiempo) cuando me dijo que le gustaba esa faceta que tengo, con la que no doy a entender a una persona me caiga bien cuando en realidad no lo hace. Sí que doy a entender, quizá, que puedo estar en el mismo lugar durante un tiempo pero que, cuando hay una pequeña oportunidad, saco un poco de ingenio para hacerme entender. Ese ingenio que, aunque no siempre lo muestro, siempre acecha.
Muchos me tildan de algo que no soy, seguramente incomprendido. Quizá sí sea verdad que soy eso que no pienso que soy, y esta frase es un arma de doble filo por la ironía y la ambigüedad, Ya no sabes (hay veces que ni yo lo sé) qué quiero decir, cuántas posibilidades doy a entender con una sola frase, aunque supongo que menos de las que creo.
Y esto creo que "no da para más". Eso me temo. Bueno, no lo temo; casi lo agradezco. Fíjate tú, un breve escrito que empezó con un café y un cruasán. acaba con un niñato hiperactivo con ganas de volar (jajaja, es que cojo vuelo en menos de dos horas). Y aquí lo voy a ir dejando. Llevo ya mucho rato en esta mesa y, aunque me apetezca otro café, me apetece también levantarme ya un moverme un poco alrededor. Los aeropuertos me gustan y me ponen nervioso. Es que siempre me siento solo, a pesar de la cantidad de gente que hay alrededor; quizá sea porque siempre viajo solo. ¡Qué cualidad más rara tengo! No hay nada más temible que viajar solo. Muchos diréis que soy un valiente, pero es que a mí me da más miedo encontrar a gente con la que puedo pasar horas sin callar. Es que me rompe los esquemas. Yo antes no era así. Supongo que, en pasado, nunca fuimos nada ni nadie, sino que somos en presente. Seamos, pues. Sigamos siendo."

Lo escribí ek 13/04/2012 a las 05:33 hora inglesa, en el aeropuerto de Gatwick, Londres. No sabía que hubiera escrito tanto. No sabía que, como al hablar también, cuando estoy hiperactivo, me despido y tardo un mogollón en irme. Supongo que todo se puede mejorar.

domingo, 8 de abril de 2012

Tierra seca

Vendavales de vacíos que se pasan por mi cabeza, ese es el resumen de un nada que se resume en mi todo de las últimas semanas. ¿Que necesitaba volver? Sí. ¿Que si confío más en mis gentes y en mí mismo después de estas semanas? Sí. Pero me falta un algo. Me siento vacío, como la moralidad de Mourinho.