Sé que sabes cómo se siente, y eso es lo que más me duele de todo: que, a pesar de que ambos sabemos qué se debe hacer para solucionar el problema del otro, no lo vamos a hacer. Y no es porque no queramos, es más por temor a que tus pensamientos sean verdaderamente lo que crees que son. No quieres volver a caer. Es como un sonido repetido en forma de aviso que no deja de molestar y no sabes apagar.
Are you afraid?
No hay comentarios:
Publicar un comentario