¿Existirán sustantivos para lo que todavía no existe? Quiero decir, hay muchísimas cosas que no sabemos, por mucho que nos lo queramos negar. Por lo tanto, no existen. Unos motivos u otros son los que implican su falta de forma en nuestro lenguaje: no nos hemos dado cuenta de ello, no nos hemos parado a pensarlo, no tenemos los medios necesarios...
¿Y si dividiéramos esas cosas que no conocemos y las distinguiéramos según con lo que estén relacionadas? Es imposible. Primero, porque lo que todavía no hemos podido pensar, es que no podemos hacerlo; al menos, hasta que una conciencia colectiva lo permita.
Segundo, si consiguiéramos la primera premisa, nos volveríamos a encontrar con otro muro: hay conceptos que abarcan más de una franja simultáneamente, o ninguna (pero tampoco es un conjunto vacío). Por ello, es más improbable.
Tercero, porque nos llevaría tanto tiempo que nos olvidaríamos de lo que sabemos, y no sabríamos nada. Es el único razonamiento que nos quedaría, saber que no sabemos nada. Porque a pesar de que estamos continuamente buscando respuestas a nuestras preguntas, y preguntas a nuestras seguridades, siempre hay algo (muchas cosas), que no eres capaz de saber, razonar.
Y esa es la gracia del asunto. No podemos abarcarlo todo. Precisamos de esa memoria colectiva, pero hacerla individual, cual insector (nunca sé si decirlo en singular o plural), pero manteniendo la colectividad para mantenernos cuerdos. Porque si estuviéramos solos en el mundo, todo sería cierto. Y no tiene más jugo la vida que cuando aciertas sabiendo que puedes equivocarte en el intento.
¿Y si dividiéramos esas cosas que no conocemos y las distinguiéramos según con lo que estén relacionadas? Es imposible. Primero, porque lo que todavía no hemos podido pensar, es que no podemos hacerlo; al menos, hasta que una conciencia colectiva lo permita.
Segundo, si consiguiéramos la primera premisa, nos volveríamos a encontrar con otro muro: hay conceptos que abarcan más de una franja simultáneamente, o ninguna (pero tampoco es un conjunto vacío). Por ello, es más improbable.
Tercero, porque nos llevaría tanto tiempo que nos olvidaríamos de lo que sabemos, y no sabríamos nada. Es el único razonamiento que nos quedaría, saber que no sabemos nada. Porque a pesar de que estamos continuamente buscando respuestas a nuestras preguntas, y preguntas a nuestras seguridades, siempre hay algo (muchas cosas), que no eres capaz de saber, razonar.
Y esa es la gracia del asunto. No podemos abarcarlo todo. Precisamos de esa memoria colectiva, pero hacerla individual, cual insector (nunca sé si decirlo en singular o plural), pero manteniendo la colectividad para mantenernos cuerdos. Porque si estuviéramos solos en el mundo, todo sería cierto. Y no tiene más jugo la vida que cuando aciertas sabiendo que puedes equivocarte en el intento.
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