Se quedó mirando a la pantalla del ordenador. La mano derecha estaba sobre el ratón, la izquierda alrededor de la cara, moviendo los dedos, hacia arriba y abajo por las mejillas. El pulgar rozaba la mejilla izquierda, y, la derecha la rozaban los demás dedos; la palma de la mano, cuando decidía mantenerla quieta, descansaba en la barbilla. "Tengo que afeitarme."
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