domingo, 31 de octubre de 2010

Te doy la razón

Las miradas perdidas, la falta de atención, las frases sin sentido, la desviación del pensamiento; provocan en la persona un vacío, la (rara y a veces ligera) sensación de ineptitud de uno mismo. Otras veces crea un agujero que sólo es atravesado por el deseo de "levantarse" (no sólo físicamente) y por fin hacer un esfuerzo moverse, ya sea física o mentalmente. Todo ser humano necesita mover y levantarse continuamente para evitar la sensación de tristeza y angustia, aunque el ser humano en sí está destinado a no ser feliz. Irónicamente, el uso de la razón desecha esa posibilidad.

1 comentario:

  1. Uno nunca es un inepto, sólo está perdido. Simplemente aún no ha leído, visto o escuchado lo que tiene que leer, ver y escuchar. Pero en ello reside la esencia del movimiento. Ese acto de voluntad clasifica a los hombres. Otros continúan dormidos... No es otra cosa que una búsqueda, la continua presencia de ese mismo hueco imposible de tapar es lo que activa nuestros músculos. Así que uno debería levantarse, buscarse en el espejo y contar las arrugas en la piel, las muescas en el iris. Que nunca la retina se canse de beber ni el pecho de sufrir. Porque es la única forma de aprender, de seguir.

    Crees que el destino del hombre es ser un infeliz? O simplemente nunca llegar a alcanzar lo que se supone que es la felicidad? Mira a tu alrededor y cuando encuentres una sonrisa, cuenta cuántos segundos dura... No esperes más felicidad que esa. No se trata del destino, se trata de que estamos vivos para desear estar vivos. Si fuesemos completamente felices nos pararíamos, ya no quedaría nada. Condensa tu movimiento en el sentido que te haga más libre y comparte la lluvia con alguien. Todos aprendemos de nuestro propio invierno...

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