domingo, 26 de junio de 2011

Suppletion

Un tropel de pensamientos le abordaban, le arrollaban sin cesar. Era todo tan caótico que lo entendía, y le daba miedo. Todas las cosas que le habían llevado ahí, todas esas ideas, tonterías, bromas, malentendidos... Y todo lo que quería era más; era, más bien, todo, no sólo más. Quería poder decir todas esas cosas que pensaba en alto. Quería ser libre, quería ser feliz. Te quería a ti.

P.S.: suppletion: unrelated stems may code grammatical categories within a paradigm. An example is the verb "to be", with an unrelated past tense (was/were). This can also be combined with suffixation. OE beon (con raya perpendicular a la E) had preterite singular wœs, plural wœr-on.

jueves, 23 de junio de 2011

El huevo y la gallina

Desde un punto de vista lingüístico, sin duda alguna, es antes la gallina al huevo. Para ser el huevo de la gallina, primero tiene que ser gallina la gallina. Para nosotros tiene que responder al nombre de gallina para que el huevo le pertenezca. Además, es una característica intrínseca de la gallina el tener huevos, y no al revés (un huevo no tiene por qué ser de gallina; puede ser, por ejemplo, de avestruz). Y así, una vez la gallina fue gallina, una vez evolucionó, tuvo huevos, siguió con el proceso evolutivo de supervivencia. Porque de ahí que dependa de la gallina y no del huevo, es la gallina la que sobrevive, la que deja huella biológica, por decirlo de algún modo. Y es que nuestro de vista está fijado alrededor de la vida, no gira en torno a todas nuestras posibilidades, sino en las decisiones que tomamos sobre nuestras posibilidades, incluidas las relativas a la vida. Un huevo puede ser vida o puede no serlo, todo depende de "la decisión" de la gallina (en este caso). Bueno, esto, empezando por el supuesto de que las gallinas fueran "libres".

¿Crees en Dios?

Por primera vez, sólo pido que, la poca gente que lea esto, elabore una mínima respuesta relacionada con este tema pasándose por los típicos tópicos. Personificación de Dios, omnipotencia, omnipresencia,... Y cosas como el determinismo, la fe, y blablabla, todas esas cosas que ya conocemos de sobra y que, como subo la entrada por el móvil, pues no me apetece.
Ála, con dios! O sin él! Que la imaginación os acompañe!

martes, 21 de junio de 2011

Mamá, hoy lloré de felicidad.

Mamá, hoy lloré de felicidad. No fue intencionado, obviamente. Fue como la Caja de Pandora. El agobio le llenaba el cuerpo después de tanta presión, y, súbitamente, como si yo fuera un "Abre-Fácil", las compuertas de la risa y el llanto se mezclaran y se confundieran y, por arte de magia, se abrieran a la par. "Abre-Fácil", como en la realidad, como en los bricks de leche, o zumo, que cuestan la vida entera y la de tu amad@, pero que cuando abren, echan más de lo que debieran. Como las puertas del amor, como la pasta de dientes y tu camiseta negra.
Pues sí, mamá: lloré de felicidad. Y no fue porque me di cuenta de que se acababa el camino, y había pasado mal; sí, muy mal por momentos, pero conseguí sobreponerme. Siempre encontré motivos, la mayor parte de ellos en forma de personas, que me echaron una mano (unos al cuello, otros para levantarme) para seguir con nuestra vida, porque nunca fue mía, siempre fue de la gende de alrededor. Y me alegro de no hacer de mi vida, una vida simple y solitaria. Quiero ser como aquel taxista joven y majete de la historia que le invitaba a la joven y bella princesa vestida de calle a desayunar. No era una historia TAN maravillosa, pero era diferente. Era mejor que las demás.

"Hasta el infinito y más allá"

Ayer corrieron ríos de lágrimas internos. Tan intensos y sinceros que hicieron daño, me hicieron feliz. De esos momentos que recuerdas y todavía se te iluminan los ojos. Es un paso, es un final, es un comienzo, porque no es más que el resumen de ideas desordenadas, inconexas, injustas, malamente contadas y que, muchas de ellas, sobraba contarlas en alto. Pero no por ello dejan de ser sinceras. Y las que tienen que llegar.
Había "amor", había amistad, había todo eso que siempre quise y me tuvieron que abofetear para darme cuenta. Pero sobre todo sueños, y agradecimiento, porque muchos de esos sueños siguen vivos, y seguirán eternamente vivos mientras ciertas cosas sigan su curso, cierta gente siga prestando atención al show que con cada aplauso montamos. Esto acaba de empezar, súbete al carro. Tú sí, tu también. Tú no, vas a ser una simple losa más.
Menos mal que no hay ruedas, que empezamos en el suelo, pero es que ahora vamos volando, "hasta el infinito y más allá".

Cuenta propia

En uno de esos momentos de escasa lucidez, los pensamientos vagaban perdidos alrededor de tontas ideas. Era, como todos los días, aquel momento que guardaba para perderse, para olvidar, como relajación. No quería estar veinticuatro horas al día, siete días a la semana, trabajando en ello, en su vida, en su futuro. Estaba cansado de vivir el futuro, a veces se olvidaba de qué era lo que pasaba en aquel momento, quería llegar ya. Quería coger el tren que le llevara a ser mayor, a ganar su dinero, a ser independiente, a pasar todos esos obstáculos. Porque en algún momento tenía que dejar de ser una carrera continua de vallas y ser, por fin, los últimos metros lisos.

lunes, 20 de junio de 2011

¿Que por qué?

Porque quiero volver a mirarte a los ojos y quedarme enganchado a tu mirada, que rías y ser gracioso para volver a hacerte reír; también quiero hacer ese comentario que sólo tú entiendes y ver tu sonrisa de refilón; pedirte que esperes, que no es momento de cruzar; pero lo que más deseo es besarte y que, después, entiendas por qué insisto tanto en encontrarte: porque merece la pena, porque hay algo, porque nunca tuvo más sentido el movimiento de mis brazos que no sea para agarrarte, rodearte, y que te sientas protegida. Pero mientras tanto, seguiré buscando en los tejados, en la basura, para encontrar algo con lo que pasar el rato. Seré un gato más jugando al "gato y al ratón".

martes, 14 de junio de 2011

Desierto de arena

-Eh, es mejor que nada.
-Bueno, cualquier cosa es mejor que nada.
Al momento ya se dio cuenta de que no iba a tener razón en su argumento. No intentarlo es peor que nada, no creerse capaz, echarse hacia atrás... Sabía que él lo había intentado, y no funcionó. Recordaba a menudo su evolución, siempre desde un punto de vista egoísta. Era así su naturaleza. Iba a acabar solo, y lo peor era que lo sabía. Otra vez usando el egoísmo para protegerse, eso era lo más fácil. Porque sí, porque era su propia idea la que valía, no lo que le infundían los demás.
Lo agarró por el hombro, y lo abrazó. Ella notó las pequeñas convulsiones producidas al llorar. A ninguno de los dos le preocupó la falta de masculinidad que aquella imagen mostraba. Y así siguieron, hasta que lloró desiertos de arena.
Después se rieron. Una carcajada limpia. Se miraron. Poco importaba lo inusual de la imagen.
-Vamos a crear tendencia, eh?
-El amor ya es una tendencia- repuso ella.

jueves, 9 de junio de 2011

"Vivir juntos, morir solos"

Notó que debían de estar llamándolo. Se quitó el auricular izquierdo y miró al revisor.
-Disculpa, el billete, por favor- dijo este.
-Claro, perdone- y le mostró el billete. Se lo devolvió. Ya podía prestar atención a la música, o más bien descentrarse a través de ella.
Sonaba "Lost Then Found". Era bastante adecuada para el momento. Sobre todo por el título, aunque no del todo. Esperaba encontrarse más bien pronto que tarde. Lo deseaba con más fuerzas en días como aquel, en semanas como aquella.
Era jueves, principios de junio. Había tenido un examen de nueve y media de la mañana, con una pausa, hasta la una. Apenas le había dado tiempo para volver a casa, hacer la maleta, comprar un bocadillo y estar en el tren a las tres menos diez. No había hecho la maleta el día anterior por estudiar. Ahora tenía la "cabecita loca" y necesitaba relajarse.
Sabía lo que haría al llegar a casa, después de dos horas de viaje: merienda rápida e ir a hablar con una antigua profesora y criticar a la profesora que le había hecho un examen esa mañana; o más bien criticar el sistema educativo. Se sentía avergonzado. Se preguntaba si era asco, pero, en frío, se decía que "sólo" lo rozaba. La batalla que libraba moralmente con el sistema era como luchar "fuego contra fuego". La comparación no era buena, porque una de las dos acabaría perdiendo; no ganaba nadie, sólo se perdía. Le frustraba saber que no podía hacer nada para cambiarlo, para hacer mejorar todo el politiqueo que había allí, tanto dentro como fuera. Eran como mafias buscando sus propios intereses. Pero no era cuestión de "criticar por criticar". Como la gran mayoría, sabía que se entregaría, con los brazos abiertos, o, más bien, con las piernas abiertas, cuan largo era, cual prostituta se postra ante su cliente. Tenía "excusas para soñar", pero creía que todos acababan entregándose al sistema; que eran todos muy individualistas y no había conciencia colectiva ni ganas de llegar a mínimos acuerdos. Más de una vez se preguntó si era cuestión de "lucha de gigantes", o que todo el mundo podía poner su grano de arena para variar. Su corazón le decía que era pronto para todo, tarde para cambiar. Al menos, a corto plazo.

Quería, como todo el mundo, "ser libre como el viento". Aunque fuera una vez. Sólo una. Aunque reconocía verlo imposible. Una vez llega para que a alguien le encanta algo, y la gente, cuando se trata de placer, no se conforma con poco. Sí, los límites; se repetía una y otra vez. Autoimponerse los límites uno mismo suele ser sencillo, al menos en aquellos tiempos, que lo tenían todo a un palmo, a un par de dedos de distancia, de(l) placer.
Todo eso no le daba tanto miedo, no le preocupaba tanto como el miedo en sí, el estar solo, que nadie le oyera. Porque de toda esta colectividad anticolectiva, individualista, lo que más temía era que fuera su voz la que se ahogara en gritos de desesperanza. Porque de vez en cuando sonaba la flauta. De vez en cuando. Pero temía que no fuera a tiempo, que nunca estuviera en Hamelin cuando pasara el flautista, para seguirlo cual rata callejera. Tenía miedo del "vivir juntos, morir solos".

domingo, 5 de junio de 2011

Pero esta noche

Perdimos la verticalidad. Por momentos, también la horizontalidad. No importaban nada las formas. No sé si quiero recordarlo: me pone enfermo. Me hace querer repetir. Quiero volver a enloquecer, perder la compostura y no echarnos la culpa. Era sexo por sexo, simple sexo. Era guarro, a veces incluso violento, y te agarrotaba, te volvía loco. Tanto, que las horas eran segundos que no se paraban a pensar, a toquetear cada uno con el siguiente. Era todo eso y más: era precioso.
¿Es tan malo dejar qu de vez en cuando, te dominen los impulsos?

sábado, 4 de junio de 2011

Paciencia

De hecho, es más cuestión de compromiso que de talento. Si quieres dedicarte a ello, has de ponerte, has de ser serio. Porque no es sólo es escribir: escribir todo el mundo sabe, pero eso no te convierte en escritor, como saber leer no te hace buen lector, o saber correr en velocista. Has de decir cosas que lleguen a la gente: no sólo que les ayuden, en cierto modo, a evadirse, sino que también tienen que entenderte, y saber que, justo eso, no les pasa a ellos. O justamente lo contrario: que no sólo a ellos les pasa. Compromiso, compromiso no sólo para con las letras, sino también para con la sociedad, tanto a nivel colectivo como a nivel individual. Da igual el tema que abarques, serán cosas que un determinado lector necesite, de alguna forma; conocer esa historia, por corta que sea, por poco densa, infantil. Tendrás que contarle a alguien algo que todavía no sepa, pero me remito al compromiso. Desechar mil y una cosas antes de encontrar qué mensaje buscas y el modo de expresarlo. Paciencia.