jueves, 23 de junio de 2011

El huevo y la gallina

Desde un punto de vista lingüístico, sin duda alguna, es antes la gallina al huevo. Para ser el huevo de la gallina, primero tiene que ser gallina la gallina. Para nosotros tiene que responder al nombre de gallina para que el huevo le pertenezca. Además, es una característica intrínseca de la gallina el tener huevos, y no al revés (un huevo no tiene por qué ser de gallina; puede ser, por ejemplo, de avestruz). Y así, una vez la gallina fue gallina, una vez evolucionó, tuvo huevos, siguió con el proceso evolutivo de supervivencia. Porque de ahí que dependa de la gallina y no del huevo, es la gallina la que sobrevive, la que deja huella biológica, por decirlo de algún modo. Y es que nuestro de vista está fijado alrededor de la vida, no gira en torno a todas nuestras posibilidades, sino en las decisiones que tomamos sobre nuestras posibilidades, incluidas las relativas a la vida. Un huevo puede ser vida o puede no serlo, todo depende de "la decisión" de la gallina (en este caso). Bueno, esto, empezando por el supuesto de que las gallinas fueran "libres".

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