jueves, 27 de diciembre de 2012

El mapa está(ba) mal, aunque es verdad que yo ya sé llegar.

Las paredes, oscuras, muestran un vacío lleno de palabras por escribir. Éstas serán vacías, sin más profundidad que su propia longitud, y eso no es profundo. Son como aquellos segundos perdidos, como esos minutos antes de un examen, esos otros después de clase en los que guardas los apuntes, esa siesta después de comer. Hay que aceptar que nada ni nadie es como uno piensa, ni siquiera uno mismo. Abrazaré mi negro corazón, pondré la barriga, y me pondré a dormir, a aprovechar la noche larga y llena de terrores.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Cut me off

Una respiración fuerte acompaña a un silencio que atraviesa unas paredes con rayas verticales. Los dos focos de luz del techo están apagados, y la única iluminación proviene de un teléfono que, por no tener, no tiene ni teclas ni sueño. Rondan preguntas en forma de sueños por las cabezas de ambos soñadores, aunque solamente uno de ellos ha entregado su cuerpo al Hombre de Arena. No recuerda cuándo fue, pero intenta no pensar en ello. Está intentando escribir, no recordar. El brillo apagado de la pantallita induce al sueño. Algunas ideas se apagan tras reducir el ritmo; algunas frases se dejan inacabadas, pero no esta. Quizá

sábado, 15 de diciembre de 2012

I told ya

Escribo un poco. Sonrío. Escribo. Lloro. Escribo otro poco.
Con las bromas, la reescritura está siendo llevadera. No fácil, pero sí llevadera. He escrito, de ese primer capítulo que me he propuesto reescribir esta noche, la tercera parte, apróximadamente. Físicamente, digo. Porque de las casi 2800 palabras que ocupa la primera versión, ahora he escrito casi 1000. Porque si hablamos de lo que ocupa en la primera versión lo que he escrito hoy, ocupa la mitad, más o menos. Me gusta. O al menos, me gusta más. No como gusta un libro bueno de verdad, o una buena película de las que un amigo dice que "cambia la vida". Me gusta más mi forma de escribir de ahora que la de antes. No sé por qué, pero ocurre. Sí, lo sé, es muy probable que sepa motivos por los que estoy escribiendo mejor, lo sé, pero me cuesta admitirlo en alto. Como otras muchas cosas (je).
Lo que sí admito en alto es que estoy llevando yo el control, llevo yo el ritmo. Antes escribía según me pidieran los dedos, catalizadores de mi imperiosa necesidad de transmitir algo. Ese era el primordial y básico problema que tenía antes. Me costaba catalizar mis problemas y dudas a través de un modo que no fuera la escritura. Por suerte, he ido aprendiendo. He ido mejorando con el tiempo, que no cura, pero te mejora. Mejora porque nosotros queremos que mejore, porque tenemos cierta capacidad de autocrítica, porque tenemos cierta incapacidad que nos impide querernos plenamente. Y así voy, así escribo, así me muevo últimamente: de piedra en piedra, sonriendo de cara en cara que veo, pensando que, aunque los demás me vean como un loco, estoy intentando hacer una labor social que no me mejore a mí, sino también a los demás. Porque hace unas semanas sonreía para creerme la sinceridad de mi sonrisa. Ahora sonrío para creer en la sonrisa del mundo, para que nos haga cosquillas.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Como un animal

Me gustan las cosas nuevas nuevas. No como las cosas viejas que redescubres, cuya "novedad" dura unos breves instantes. Me gustan más porque me dan más ideas que las viejas nuevas cosas. Sí, es cierto que despiertan antiguos olores, antiguos sabores, antiguos chistes, antiguas historias, sí; pero las nuevas nuevas cosas te hacen recordar cosas viejas, permitiéndote echarle una ojeada a esas otras cosas que no entiendes, pero eres susceptible de hacerlo.
Me gustan esas novedades que te cuentan historias a diferentes ritmos, que te cuentan historias dentro de las mismas, que las dejan adivinar de manera subliminal, o que, simplemente, te las sugiere de forma directa para engañarte o desengañarte. No decir la verdad, porque las historias no tienen que contar la verdad. No, al menos, LA verdad. Sí me gusta pensar que tiene pedacitos, puntos de un mapa que, si lo sigues apropiadamente, llegarás a otro lugar más lejano. No tiene que ser mejor, pero siempre distinto, porque ya sabes lo que dicen: "O cambias, o mueres".

domingo, 9 de diciembre de 2012

Tras 'The Sandman: Volumen 6'.

Quizá me meta demasiado en lo que leo y me gusta; quizá me entrego muy rápida y fácilmente a palabras escritas. Lo que ocurre aquí y ahora mismo es que he acabado el 6º volumen de The Sandman, llamado Destino en español. Si bien no es el final, en parte lo es. Dos veces.
Desde el primer capítulo del primer volumen me metí muy de lleno, y me dio miedo desde ese mismo momento. Desde entonces no soy el mismo, desde entonces no sueño igual. Es una obra total que, sin hablar de cosas bonitas, o sentimentales, si quieres, puedes decir que es todo amor con distintas formas. O nada de eso. Si bien es cierto que muchos libros me hacen sentir orgulloso de ser humano, nada tan contemporáneo me ha hecho sentir parecido, o nada escrito, siquiera.
No pretendo decir de qué va. Ya lo he dicho más de una vez, pero puede que haya sido un error, viendo que ya no se reedita. Por suerte, yo los he empezado a comprar poco antes de que fuera imposible encontrar en las tiendas. Por eso, cuando lo tengo entre mis manos y más o menos en el centro de mi ceja, siento una joya violándome los ojos y el cuerpo de los ojos al corazón, pasando por la espalda con un miedo que me atenaza los nervios.
Muchas gracias, Neil Gaiman.

viernes, 30 de noviembre de 2012

El espacio, la cordura, la lluvia caliente y húmeda.

Un "yo te quiero sin saber por qué" de la canción me hace pensar en todas las películas de Hayao Miyazaki que he visto. Y no son pocas. O sí. Son pocas porque no son demasiadas películas, pero sí son bastante con respecto a toda su filmografía. O no. ¡Qué sé yo! Lo único que sé es que el "Sincara" es un personaje tremendo. Es muy divertido y también da algo de pena. Eso de las etiquetas le hace daño a mucha gente, como el gritar hasta perder la voz, o pensar hasta perder la razón.
Y nos hacemos mayores, o viejos, como dice Anni B Sweet (la chica tiene cierto encanto; no tanto como Zahara, pero no se le puede negar). Ahora descubrimos detalles, mapas, recovecos en la voz de la gente que nos hacen deshidratarnos por tanto llanto, agujetas en los abdominales de tanto reír. Yo últimamente no pongo filtros a la hora de dejarme llevar por las emociones. Tanto puedo una, como la otra, haciendo chistes cada vez peores, y aunque a veces pienso que me puedo llevar la luna debajo del brazo, es mentira. Como eso de que a veces parece que no pasa nada, y otras se acumula. Mentira. Muy mentira. Siempre pasa algo. Siempre. Muy siempre.
O quizá sea todo un sueño de Antonio Resines, convirtiéndose él en ese dios en el que quieren creer los idólatras.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Seda y Hierro

Estoy escuchando Antonio Vega. Hacía meses que no lo hacía. Está bien. Está bien hasta cierto punto. La referencia del blog a la que me parece su mejor canción me saca mis lados más opuestos. Si bien me hace feliz y triste, también me reconforta al mismo tiempo que me pone tenso. Quizá sea por el alma que he dejado en tantas entradas. Sólo sé que el "Progresa Adecuadamente" está ahí, junto a mí. Como una paloma y las pipas, fritanga, y derivados, o Superman y su capa, Batman y su "nanananana", Amy Winehouse y su sobredosis,... Es el concepto. Todos estamos ligados a algo. Este blog ha hablado por mí. Aún lo hace, pero poco. Es como una pareja ya establecida, como puede ser un autor y su éxito. A distintos niveles, pero "el conceto es el conceto".

viernes, 16 de noviembre de 2012

Gritaré hasta llegar a ti

Gritos despiadados en esquinas intransitadas para que nadie los describa, porque ocurría en una de esas noches que la única compañía de las aceras era la luz de las farolas. Todo lo que viniere a continuación sería una inmensa tontería, pues si no hay nadie, ¿quién lo va a describir?

sábado, 10 de noviembre de 2012

ideales Eternos

Es una idea que tendré que desarrollar en un futuro indefinido. Estoy leyendo, como uno puede saber sin mucha complicación, la saga de "The Sandman". Arrolladora desde un principio, me rompe los esquemas a cada paso, me vence y me levante, me permite ganar, y sabiendo cómo. Es menos victoria, al ser la saga la que te la 'cede' momentáneamente, pero sigue siendo victoria.
Estoy leyendo el cuarto volumen, el que en español se llama "Destrucción". La cuestión es, desde el principio, que hay siete hermanos, siete Eternos, de un modo inmortales pero que, al mismo tiempo, no lo son; simplemente son Eternos, como lo dice la palabra misma. Siete, ese número de la suerte, ese número mágico; siete personificaciones de las preocupaciones humanas: Destino, Muerte, Sueño, Deseo, Delirio, Desesperación, y Destrucción. El primero es inherente al universo; parece humano, pero es porque parecemos los únicos preocupados por él. Muerte, inherente al ser vivo. Sueño; en el sentido más estricto, no somos los únicos seres vivos en soñar mientras dormimos, pero sí parece que lo somos mientras estamos despiertos, conscientes. Los demás, excepto Destrucción, a mi modo de ver, son consecuencia de "El Sueño".
Más allá de frases innecesarias, Destrucción y Sueño me parecen los más humanos e independientes de los demás. Sí, es cierto que Sueño parece llevarse mejor con Muerte y Destino que con los demás (con sus consecuentes ideas), y que Destrucción parecía querer más a Delirio y a Desesperación (idem), y que parece que todos y nadie quieren a Deseo (con su correspondiente ironia), pero son los más humanos e independientes. Destrucción dejó su cargo, se fue de la familia, porque veía que no era necesario (y con razón), para que su trabajo se llevara a cabo. Porque seguía habiendo destrucción en el mundo, y él no tenía que hacer nada para que empezaran a moverse los hilos. Es lo que le pasa a la gente con los Sueños, ya parecen no necesitar un guía para soñar (se puede discrepar fácilmente).
Esto todo me produce varias sensaciones que en un principio parecen indomables. Con un poco de calma, parece que me hago cargo de la situación. Aún así, todavía se me escapa un poco de las manos. Lo primero, es la idea en sí, la personificación de nuestras preocupaciones, el egocentrismo ese nuestro de humanizarlos. Por otra, el sujeto de la saga. Es un tema que triunfa, que si decides hacerlo, y lo haces bien, triunfará. Lo difícil es hacerlo bien. Las ideas claras, las verdades que cuenta, que derrocha, parecen irrefutables. Yo quiero ser capaz de que se diga algo así de algo que escriba yo, aunque no sea con toda la razón del mundo, como cuando yo lo digo de 'The Sandman'. Sin embargo, está el miedo de ser demasiado humano y creerse suficientemente capaz para hacer algo así, porque también tengo miedo a fracasar.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Será mejor

Nos perdemos entre teclas, sonidos demasiado elevados para prestar atención a lo que se merece. Nuestros ojos se pierden entre curvas que quieren contar historias, o que quieren volver a contarlas.Sería ideal poder burlarse del tiempo y decir que nada es cierto, que todo importa menos que la estructura SVP en la lengua española.
Lo que será, será; pero supongamos que las suposiciones deben quedarle a los que piensen claramente y, aunque nunca estarán seguros de la seguridad de sus palabras, al menos hablarán con más claridad.
Hasta luego.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Some kind of

Hay canciones que están destinadas a ser tocadas directas al oído a través de unos auriculares, a cierta hora cuando ha caído la noche junto con el ánimo, cuando también los párpados pesan y amenazan con pisarte las mejillas. Te hacen mover los brazos, las piernas, el corazón se mueve al compás del pasado galopando hacia el presente, mientras te libra de las responsabilidades, porque vomitas a través de ese movimiento de brazos 'indie' (más por independiente del ritmo que por otra cosa) y ese movimiento de labios y lengua que mucha gente denomina cantar, pero que es inmerecido, porque mucha gente no se merece el término "cantar" para lo que hace. Esto todo, lógicamente, va por mí.
Este párrafo tan peculiar va por estas dos canciones. La primera, es mi habitual, la que suelo poner. La segunda, la que no quería escuchar, pero he de admitir que al fin he caído en sus líneas tan poco novedosas. Pero yo, en el fondo, acabo siempre en eco, repitiéndome una y otra vez en el espacio y en el tiempo.

jueves, 18 de octubre de 2012

Edición especial para iTunes.

Recuerdo una de esas tantas noches de los meses comprendidos entre septiembre 2011 y junio 2012 y me entra un poco la desesperanza. Hoy, otra vez, estoy escuchando el álbum "Reconstrucción", de Deluxe. Sí, ese de las 28 pistas, con alguna en concierto. Lo vuelvo a sintonizar a mi estado de ánimo, y escucho ese "cementerio del pasado" con el que empieza dicho compacto, y mis ideas se resquebrajan poco a poco. En realidad, me estoy mintiendo a mí mismo. No son poco a poco. Ya casi estoy con el corazón subiéndome por la garganta. Y no es que me guste la sensación, pero creo que el sado "me sigue yendo". Y eso que seguimos en "Reconstrucción".
No sé, creo que me estoy volviendo un poco más calvo y un poco más loco. No sabio. Sino loco. No puede ser sano. Me recuerdo en aquellos meses, y recuerdo todo; o casi. Recuerdo mucho. Pero también recuerdo esas tantas lágrimas derramadas escuchadas con este disco, porque fueron muchas. Sí, admito que tuvieron ayuda más de una vez por algún catalizador, pero no le resta mérito. Me entra por los poros y me sale a través de la nariz y de los ojos. Es como funciona.
Y me veo cambiar. Ya de aquellas me veía. Un cambio es lo que buscaba. Buscaba también libertad. "Eso lo buscamos todos." Y ahora duele ver que has cambiado. Era lo necesario. Era lo fácil. Además, era lo que quería. Acabé haciéndome daño, porque no sé en qué he cambiado. De base, sigo siendo el mismo. Mis planes no han cambiado: sigo disfrutando mi momento, y siendo tan poco tiempo como antes, lo hago cada vez mejor. Y si bien es cierto que creo que he encontrado algo mejor que lo que tenía de aquellas, sigue sin ser cierto. No lo sé. Veo que tanto el camino como el caminante han cambiado. No sé cuál de los dos lo ha hecho más. No lo sé.
La cuestión es que no quería volver, pero lo he hecho. Y lo he hecho bien: fuerte y firme, seguro y, aunque con errores, constante; autocrítico. No hay otro modo. O eso creo. Si nos guiamos por la canción de tres adjetivos, tras estos últimos 12 meses, me sigo viendo feo, aunque un poco más fuerte y formal que antes. Al menos, en lo que a moral se refiere. Seamos claros, si mi personalidad no es mi fuerte, menos lo es mi físico. Pero prosigamos. Echando otro ojo atrás, de nuevo vuelvo a ver (y decir) que al menos estoy contento con que haya mejorado, haya madurado un poco. Era fácil, lo sé; no tiene mérito. Pero he vuelto al que fue mi pasado, al que ahora de nuevo es mi presente. Y me sorprendo. Me sorprendo de estar contento en ese sitio al que nunca quise volver, en incluso ese en el que he sido feliz, aunque algún cantautor sugiera no hacer eso nunca. Pero es que no quería, bajo ningún concepto, pasar más de una semana seguida aquí, ver mis responsabilidades asentadas. Pensaba que en el espejo vería al mismo payaso que se había marchado deseando no tener que volver a pisar la península. Sí, obviamente, quería retomar el contacto con alguna gente. Alguna de esa gente toca más la fibra que los cereales. Es de esa gente que, si existiera el cielo, se lo merecían. Eso, añadido al calorcito del fuego, además del trabajo. No un trabajo que no quieran, sino el que sí quieran. Porque se lo merecen. Pero se merecen "esa" comodidad, relajación. Esa gente que, con dos frases, o con medio álbum de lujo, te saca la lágrima y erosiona las mejillas hasta dejarlas rojas e igual de vulnerables como cuando eras un joven padauan que no aspiraba a ser un Jedi, porque básicamente no conocía límites de nada. Ni siquiera de sí mismo.
Y supongo que toda esta mierda sinsentido no viene más a cuento que el paso del tiempo, el paso de las lágrimas, de los vicios. Ahora quizás me dé la vuelta y quizás diga "adiós, corazón", siendo mi corazón ese pasado con el que he roto ya hace tiempo, pero, muy en el fondo, no quiero. Porque sigo queriendo una excusa para no mirar al futuro de frente y decirle que estoy encantado de conocerlo.

sábado, 13 de octubre de 2012

Pon voz

Como cada domingo, escribe. Y no, sé que hoy no es domingo, pero no estoy necesariamente hablando de mí. Hablo del hábito. Tampoco hablo del escribir por escribir, ni el hábito por el hábito, como tampoco hablaré del arte por el arte (no en un tiempo, al menos).
Hablo de que, de vez en cuando, sale, de forma constante, una musa que te llena siempre a cierta hora del día, con cierta luz, sea natural o no. Dicen que todo escritor tiene una musa. Ahora, sí hablando de mí, digo que yo tengo alguna. La principal sale los domingos a la noche, como conclusión de Salvados. Es la sociedad: corruptible, corrompida. Es ese grado de indignación necesaria que todos tenemos y necesitamos. Ese grado mínimo. Algunos están más indignados que otros, aunque los menos también pueden manifestar su enfado de algún otro modo. Escribo por ella y para ella. Para que sea feliz.
La otra musa es el lenguaje en sí. Porque tengo que hacer algo por él. He llegado a decir que para mí el vocabulario es como los acordes para un(a) guitarrista: tengo que conocerlo(s) y saber utilizarlo(s). Porque cuando no me acuerde de él, él no me devolverá el favor de haberme acordado de él durante tanto tiempo. Aún así, sigue siendo una relación justa (y necesaria).
Y en esos momentos que pienso en las musas, salen estas dos canciones de manera automática; porque sí, porque me motivan, me hacen pensar que el mundo puede ser mejor, que incluso puede estar bien. Por eso últimamente lo estoy condenando a un apocalipsis anti-religioso, porque merecemos empezar de nuevo de cero.

domingo, 30 de septiembre de 2012

"He venido a beber y a escribir."

En los tiempos que corren, ambas cosas son tan sencillas como complicadas. Primero, porque las cosas están difíciles, bajan sueldos (a los que lo tienen), reducen becas (tanto en cantidad de número de ellas como  lo que dan por cada una), aumentan precios, por lo que cada uno se enfada y puede salir a beber penas. Pero. Sí, pero como ha ocurrido todo lo anterior, no puedes. Hay que ahorrar. Por eso es fácil y difícil. Quieres y no puedes. Pero con esto y todo.
Si te enfadas, también puedes escribir, con lo que te enfadas más, decidiendo tranquilizarte un poco llegando a "conformarte un poco". Y conformarse parece que provoca que las cosas parezcan estar bien, como si estuvieran perfectas. Y la perfección es, como dijo el otro día un profesor de la facultad de Literatura Norteamericana, el enemigo de la poesía. Y vale, yo en particular, por ejemplo, no escribo poesía, pero se puede extender a cualquier ámbito artístico: la conformidad conlleva una simplicidad aparente del ser que es irreal e innecesaria. Lo es, sencillamente, porque necesitamos querer luchar por algo, y no sólo desde el plano personal. Vale, sí, mi querer escribir es bastante personal, pero en mi caso también tiene que ver con mi percepción tan peculiar de la sociedad (y de la realidad). No estoy contento, y no puedo estarlo.

Permiso.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Despertar.

Hay palabras que tienen de por sí más belleza y brillo que otras. Es lógica. Mi profesora de gallego decía que la palabra más bonita en gallego es "bolboreta". No sé. Quizá. Quizá no. Yo no estoy de acuerdo. Pero es una opinión respetable.
Hay épocas en las que para uno hay palabras que son más o menos bellas, más o menos lógicas, más o menos verdaderas. Es cuestión de subjetividad. Depende de la época en la que vivas, cómo te encuentres. Quizá no sea más subjetivo este grupo que el primero a la hora de la decisión, pero, en un principio (y en un final), eso parece.

Yo pondría en el primer grupo la palabra "salitre". Quizá esté también ligada al segundo grupo, y mis ganas de huir, de desligarme de la sociedad hagan mella en mi decisión, pero la verdad es que si pienso en la palabra, muchas imágenes agradables, sensaciones cómodas vienen a mi cabeza y me relajan. Puede ser. No voy a decir "no". Jamás. En el segundo saco metería la palabra "huir", tanto por cosas buenas como malas; también "invierno", "nada", "final", "ya". Y también "y".

Think about it.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Mi Tierra


Ni el mundo es tan fácil y sencillo como los tuits de Amaia Montero, ni es tan duro como te lo puedo llegar a explicar yo, que estoy más triste de lo que debería estar.
No esperéis que empiece a hablar de experiencias claras, ni de cuestiones mínimamente previsibles. Lo único posible es que captéis de dónde puede proceder esta cadena de autodestrucción. Si es que llegáis a tanto.
La cuestión es que el mundo es mundo. Y nada más. No es un hogar, no es nada. No es ninguna palabra humana, por lo que tampoco sería mundo. No nos pertenece, por eso cualquier definición, por mínima que sea, sobra. Nuestras palabras, nuestra lógica, y nuestra moral, nada de eso va a poder llegar a entender ni explicar qué es, porque somos seres corruptos por naturaleza. No en el sentido actual de la palabra, con esas connotaciones socio-políticas que a todos nos vienen a la cabeza. Sino en el propio pensamiento. Somos corruptibles en nosotros mismos, corruptibles por los demás, y corruptibles hacia los demás. Nuestro pensamiento de dualidad/trialidad y prefijos de infinitas posibilidades nos dará siempre diferentes posibilidades, sin ser ninguna ‘buena’, ninguna ‘mala’ pero que, aun así, nunca llegará a toda posibilidad que nos ofrece el mundo. Cuando de un suceso se te pasan miles de posibilidades distintas por la cabeza, siendo de todos los colores y sabores, sufrimientos y dolores, alegrías y amores, ahí puede que te estés acercando ‘un poquito’ (nótese el énfasis) a todo lo que se nos ofrece (con su correspondiente agobio existencial). Porque lo que digo es que eso nos lo ofrece un simple y sencillo evento que nada va a cambiar el transcurso de los hechos en la sociedad, por mínima que sea. Si llegáramos a alcanzar el conocimiento de la mitad de las posibilidades que nos ofrece, quizá entonces seamos capaz de crear algo interesante, quizá podamos reinventarnos y empezar ‘de cero’. No, de cero no; empezaríamos tan adelante, que el ‘cero’ está a millones de años luz (por usar un sistema de medida comprendido por nosotros) y que, sería tan fantástico, que no nos haría falta empezar. Ni acabar.
Quizá estoy violando leyes de pensamiento, puede que esté sólo ligeramente agobiado; en realidad, es muy probable que lo único que estoy escribiendo son tonterías, que haga un poco acopio de esa pseudo-filosofía que tanto tiendo a rechazar y de la que suelo enorgullecerme de carecer en mis pensamientos. Creo que, seguramente, la rechace porque mi cabeza da cabida a muchas de ellas y no esté de acuerdo con ninguna de ellas.
Quizá me guste demasiado la palabra ‘quizá’, pero quizá necesitaba un poco de agobio existencial para poder retomar mi teclado y pantalla y poder escribir durante un ratillo. Un besi.



sábado, 15 de septiembre de 2012

Confía en mí. Nunca has soñado poder gritar.

Es horrible el miedo incontenible.
Entonces ven, dame pedazo, no te conozco cuando dices "qué felices, qué caras más tristes".

¡Qué felices, qué caras más tristes!

jueves, 6 de septiembre de 2012

Lo que nos queda por pasar.

Yo no creo, para nada, en el libre albedrío. Sí, creo que podemos tener que ver mínimamente en la toma de nuestras decisiones, pero no somos los dueños y señores de ellos. No creo por ello que haya una fuerza superior que nos guíe y escoja por nosotros, no hay una fuerza "divina". Sí se puede decir que lo divino es lo natural. La selección natural, que siempre tiene lógica, aunque no humana. Nuestro entendimiento puede llegar a alcanzar ese conocimiento, pero no siempre. Si somos así somos porque lo hemos conseguido a través de nuestros medios, pero también porque la naturaleza lo ha querido así. No creo en la casualidad, para nada; a mí edad, y ya no creo que exista. Sólo la ilusión de la casualidad. Toda decisión es la correcta, porque es la que te lleva al final. El final de algo, que es lo que importa. Quizás no haya sido la "mejor" decisión, la que desde un punto de vista más egocéntrico haya sido la "más buena" para uno mismo, o para los demás, pero es lo correcto, lo acertado.

Es altamente probable que no estés de acuerdo con lo que he dicho, y también es, con incluso mayor probabilidad, que no haya escrito todo, no me haya explicado suficiente como para hacerme suficientemente claro, pero recordad que este es el espacio de un bloguero de mierda, y son los minutos paranoicos que me han entrado después del café.

martes, 4 de septiembre de 2012

Extractos (II)


Una vez sumergidos en el clima de la zona, con el viento atravesándoles el cuerpo de la cabeza a los pies, metiéndoles también la humedad por los ojos, ya que por los poros poco más podía entrar, empezaron a recuperar poco a poco los sentidos amortiguados por las condiciones climáticas. La vista, aunque fue la primera en recuperarse plenamente, no era la más fiable. Todo era idéntico entre sí. Aunque ya no tanto. Las primeras horas, cuanto más se adentraban en el continente tras el viaje, la variación era menor. Si bien el viento corría mucho más rápido y les había hecho ir muy lentamente, agradecían al caballo volador haberles dejado en la playa, y no en el enorme acantilado que se veía a un par de kilómetros. Y aún sin estar en lo alto, todo parecía el mismo tipo de roca. Quizás no hubiera sido tanto tiempo como creían, ni tan poco variado el paisaje, pero la excesiva precaución con la que caminaban había cambiado su percepción del tiempo debido a los nervios.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Un travelling algo veloz.

Prométeme que cuando nos ocurra como en la canción, cuando digas 'qué felices, qué caras más tristes', prométeme que intentaremos volver a sonreír. Como cuando pensábamos 'qué tristes, qué caras más felices'. Prométemelo.

Último trimestre de 2012.

lunes, 20 de agosto de 2012

ak7

Podría advertirte de todos los defectos de fábrica (y de los adquiridos con el tiempo), pero es mucho más divertido y duro a la vez que los vayas averiguando por tu cuenta. Sé que está bien saber, pero también es fantástico empezar completamente de cero. ¡Qué sé yo! Sé que yo he empezado de cero. También sé que no soy como el resto del mundo, pero las cosas como son: agradezco ser tan rarete. Sí, sí.

martes, 14 de agosto de 2012

El alba tocando tras la puerta.

En la película "Medianoche en París", el personaje de Hemingway llega a decir que no puedes llegar a escribir bien si tienes miedo a morir. Puedes estar más o menos de acuerdo. Yo lo estoy plenamente. No tengo ningún miedo a morir; a lo que tengo miedo es a sobreviviros a todos. No hay, y no puede haber, mayor miedo que el miedo a quedarse solo, a que no te quede nadie.

sábado, 11 de agosto de 2012

Twelve.

Buscamos paraísos que nos permitan no pensar, que nos permitan relajarnos hasta extenuarnos, porque tanta relajación no es buena. Necesitamos actividad, hacer algo; somos humanos, no podemos simplemente vivir dejándonos llevar, no. Tenemos que vivir la mejor vida que podemos. Eso sí, para hacer eso, para eso tampoco podemos hacer que los demás vivan peor vida de que la que pueden.

Y bien sabes que esto es sólo pseudo-filosofía barata, pero a veces me gusta creer que sé.

(¿Cuántas veces caeré en hacerme el inteligente admitiéndome mis propios errores?)

martes, 7 de agosto de 2012

Ubicación: el infierno ideal.

Aún habiendo dejado esto de lado, y sabiendo que el perdón está siempre ahí, nunca está de más decir que me daba pena dejarlo, pero era lo justo y necesario. He estado, durante estos dos meses, trabajando bastante en mi cabeza. Es un trabajo diferente, más laborioso, más del día a día; más complicado.
Mis dedos van ahora a otra velocidad, recorriendo líneas argumentales de un guión que sigue sin existir, pero que es mucho más claro. He aprendido a despegarme y acercarme, haciendo de olas de un océano de ideas, pensamientos y sentimientos que siguen igual de coherentes que hace un tiempo, dando la sensación de que no hemos cambiado (porque, en el fondo, no hemos cambiado).
Las horas de este reloj de pared que ya no existe son segundos en una bola de nieve que es la vida que, aunque no sea un río, quizás también vaya a dar al mar. Y es que sé que, aún habiéndome perdido y encontrado tantas veces, aún falta por recorrer tanto camino que lo que he mirado (y miro) atrás me va a parecer irrisorio, si no me lo parece ya. Y lo mejor es que no hay peores cosas, ni mejores; somos tan subjetivos que no existe la objetividad,que no existe ni el 'yo', ni el 'vosotros', ni el 'ellos'; ya somos todos algo tan ajeno a nosotros mismos que nunca sabremos bien qué somos. No lo sabremos hasta que el destino nos alcance, hasta que la muerte nos separe y junte, de una vez por todas.

sábado, 4 de agosto de 2012

The Sandman, Volumen II: Deseo

'Octubre sabía, por supuesto, que el acto de pasar página, de terminar un capítulo o de cerrar un libro no suponían ep final de una historia.
Al reconocerlo, reconocía también que no era difícil encontrar finales felices: "Solo hay que encontrar", le explicó a Abril, "un lugar donde descansar, abandonar la lectura y darse por satisfecho".
Extracto de 'El hombre que fue Octubre', de G.K. Chesterton. Biblioteca de los sueños.'

miércoles, 11 de julio de 2012

No iva a, no iva a...

Haberse perdido en un lugar conocido es mucho más terrible que no saber dónde estás. El miedo te corroe las venas corrompiéndote el corazón y la mente, dejando sólo un hueco para la imaginación, ese bien tan preciado y escaso que, en momentos así, solamente te pide huir; huir hacia algún otro lugar, porque este 'hogar' ya no es tal, tus amigos lo son demasiado y te quieren aquí, y tus padres te quieren demasiado como para mantenerte a su lado. Supongamos, entonces, que es hora de marchar.

Robin Hood - Amaral (Coruña, 30-06-12)

Ver "Amaral - Robin Hood (A Coru�a, 30-06-12)" en YouTube
Si lo hubiera dejado, hubiera reventado la caja fuerte de un banco...

jueves, 14 de junio de 2012

Ha muerto el amor.

Las piedras se mueven y no puedo respirar. El agobio me oprime los hombros y me deja un vacío en el estómago que no se puede llenar. Me llevo conmigo mi venda para cubrirme los ojos, porque no quiero ver lo que está a punto de pasar. Tampoco quiero que los demás me vean llorar.
Vomito pensamientos en forma de frases gramaticalmente incorrectas que no sirven para más que dar una sensación de inconsistencia y malestar propias de una época así. Las pérdidas de conciencia acompañan a un gran desarraigo de la persona con respecto a la sociedad. No es más fuerte, sin embargo, que el dolor por la existencia en sí de esa sensación, y tampoco es mayor que el sentimiento de que es necesario cambiar las cosas.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Arrebatador

En una salida de energía desgarradora me planto con un par, dejando que todo mi ser se libere, se deje llevar y acabe en una espiral de autodestrucción. Supongo que la frase anterior no acaba como debería, pero, en mi opinión, sí lo hace. Porque todo acaba como debe acabar. Y porque todo, absolutamente todo, acaba (afortunadamente).

Ansiedad

El corazón se sale del pecho. Late demasiado deprisa como para que pueda mantenerse en este espacio multidimensional que, sin él, sería monodimensional. Lo más raro es que los dedos tiemblan. Se mueven solos, estallan. Su constante movimiento es enfermizo, pues tienden a cerrarse formando un pequeño muñón. Las muñecas se retuercen, provocando gestos que describen los de una persona con cierta discapacidad.
Los dedos de los pies están inquietos mientras se tocan unos a otros. De la mandíbula saltan chispas que necesitan la calma que le dan las manos, que parecen aislantes.

Parece que hay un momento de calma, pero es sólo la antesala de la opresión del corazón sobre los pulmones. Es agobiante...

martes, 29 de mayo de 2012

La lluvia caliente y húmeda

"Traté de describir el tedio y la constancia de algunas cosas verdaderas. Creí que duraderas."
Asisto a cada una de sus canciones lo más elegante que puedo, porque me está dando un punto de vista diferente. En cierto modo, me está rompiendo algunos topicazos que tenía con las letras de las canciones, con  cantantes femeninas que, obviamente, estaban malamente fundamentadas pero que, aún así, mucha gente tiene. Aunque no es cuestión de consolarse en que los demás también tengan esas preconcepciones falsas de lo que es. Y lo que es es que esta chica es buena.

Y el hilo de pensamientos que sigue el anterior párrafo breve es el que me acompaña a menudo en las últimas semanas: quizás esté intentando ser demasiado igual con respecto a mí mismo, quizás también esté buscando romper con algunos moldes que he querido formar, desmenuzar generalizaciones sobre temas de los que me gusta pensar, hablar, pero sobre todo escribir. El que sepa qué es lo que me gusta escribir, lo que me gusta leer, sabrá sólo detalles. Si hay suerte (que sea buena o mala es cosa de los que sepan), sabrán algo más de mí; probablemente haya gente que sepa por dónde puede ir mi cabeza a la hora de pensar, de razonar. Y es por eso que no se lleva conmigo o, sorprendentemente, ese sea el motivo por el que me pueda apreciar un poquito más (cosa que sinceramente dudo). Pues si me ha dado la mínima oportunidad, sabrá que tengo la maldita manía de querer escribir un clásico. O, en todo caso, romper con estereotipos de un tipo de historias que me parecen en cierto modo estancadas. Es un problema bastante serio, ya que no sé utilizarlo, no sé darle un uso adecuado. Podría rebatirse diciendo que esa ceguera, esa obstinación puede ser un punto fuerte que me ayude a canalizar la imaginación que tengo (que por momentos no es poca), pero no sé controlarlo; no sé controlarme. Puede que le siga dando demasiada importancia  a lo que no debería ser tan importante, pero, ¿quién sabe? Quizás algún día aprenda, quizás algún día sea capaz de recorrer los callejones de mis ideas y sacarle todo el provecho posible. O, más seguramente, me dé cuenta de mis limitaciones, siendo entonces el momento que más provecho sacaré de mí mismo.


P.S.: Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

lunes, 21 de mayo de 2012

Adiós.

No me atrevo a escribir una canción de amor. Al menos, no de las habituales, de las que todo el mundo cree entender. Pero en realidad, nadie entiende del tema. Puedes haberlo vivido, pero no puedes generalizar. Cada uno es peculiar en sí mismo, y de algún modo irrepetible. Si bien es cierto que hay patrones frecuentemente repetidos y pocas historias pueden ser realmente nuevas, cada persona lo vive diferente, ya sea verdad, o ya sea mentira.

La gente ha confundido, confunde, y confundirá. Yo el primero. Pero, ¡qué se le va a hacer! Intentamos asegurarnos de que no vamos a fallar, decidimos pensando que hemos visto todos los puntos que hay... pero nos mentimos. Como se miente todo el mundo en algún momento. Yo, sinceramente, no creo que sea 'ver perfecto a alguien imperfecto', para nada. Eso no es real. Es ilógico e insano. Yo si quiero a alguien (sea en el sentido que sea), no veo a esa persona perfecta, no; la veo con sus fallos, sus problemas. Les doy tanta importancia como sus cosas buenas. Sí, quizás esté exagerando un poco, pero hay cierta verdad ahí. Quizás nos tengamos que aceptar a nosotros mismos, con nuestros pros y nuestros contras, para aprender a querer de verdad. Es cuestión de propósitos. Yo tengo el mío.

lunes, 14 de mayo de 2012

Acostumbrarse a la impaciencia.

Lo primero que te llama la atención es su voz: profunda, firme y rápida, más llamativa que la de una sirena. La risa con la que acaba la mayoría de sus frases es lo más atractivo de todo, lo que te llama a mirarla.
Cuando la miras, lo primero que ves es su boca. Esperas volver a escuchar esa risa tan arrebatadora de su boca pequeña con su sonrisa eterna, que hace de la comisura de sus labios el mayor objeto de deseo posible, impidiéndote acercarte y besarla; idea que, de todos modos, es inevitable e inapropiado a la vez, porque tampoco deseas, para nada, dejar de escucharla reír y hablar, hablar y reír.
Pero si levantas un poco la vista, ves la punta redondeada de una nariz más bien pequeña, perfectamente proporcionada. Siendo la característica menos llamativa de su rostro, hace por lo menos juego en una cara de un color tan indescriptible: acabas olvidándote de los colores si intentas definirlo.
No recuerdas que deberías seguir subiendo para mirarla a los ojos (también producto del miedo por algo que hayas podido ver) y vuelves a fijarte, prestando más atención, en la comisura de sus labios. La ves sonreír, y tu mirada se posa en sus mejillas. Más abajo, la 'zona del beso' reposa demasiado tranquila. Un leve suspiro se pierde en tu interior y apartas la vista. Se ha dado cuenta de que la miras (¡inevitable!) y te sonrojas. Pero la atracción que suscita tal belleza (por ser LA belleza en sí) te hace levantar la vista de nuevo y fijarte en sus ojos, aunque sólo sea de perfil. Se intuye un color verde tras unas alargadísimas pestañas interminables.
Cuando por fin ves esos ojos verdes profundos más allá de las pestañas, detectas cierta magia; imperceptible para un observador inexperto, indescriptible incluso para un escritor habitual. Es más de lo que el conjunto puede decir en general, más que los grandes rasgos que puedes percibir con esta cantidad eterna de frases. Dan más ganas de mirarla otra vez que grande es el deseo de acariciarle el pelo ondulado y asegurarse de que no es tan frágil como parece.
Es... todo... verdes... comisura... redondeada... besarla... ondulado... rápida... profunda... atractivo... pequeña... reír... eterna.. percibir...

Sus ojos verdes... su boca estrecha y su sonrisa tan amplia...

sábado, 12 de mayo de 2012

Adelante.

En un simple ejercicio de recapacitación, me gustaría que se me dijera una cosa. El modo de decírmelo puede ser a través de twitter (MD), facebook, o incluso tuenti, siendo también a través de mensaje privado estas dos redes sociales. También puede hacerse con un comentario en esta entrada, para ver la variedad de respuestas, si es que recibo más de dos. Antes de pediros el favor, habéis de tener en cuenta que la respuesta puede ser en cualquier idioma, lo conozca yo o no. También me gustaría que se explicara su significado con el porqué de la elección.

Y sin más preámbulos, aquí va mi solicitud:
quiero que me digáis cuál es LA palabra que usaríais para describir a una persona y sea, al mismo tiempo, un complemento, un elogio. O, más bien, sea EL elogio. Con esto casi estoy preguntando lo siguiente: ¿cuál es el mejor elogio que haríais de una persona?
Si veo que recibo suficientes respuestas, contaré mi palabra escogida.

jueves, 10 de mayo de 2012

"Escribir para tabletas"

Una vez más me dejo llevar por mi TL en twitter. Llevo una cadena de pensamientos que fue iniciada por una conversación en la que participó, ¿cómo no?, mi mapache favorito, @RockyMapache.
Todo viene a raíz de la noticia de que a Vargas Llosa no le hace ninguna gracia que se escriba 'para las tabletas'. La verdad es que es un tema ciertamente complicado. Lo que yo tengo que decir es, claramente, una opinión. Es una tontería, sí, pero es que igual alguien se puede enfadar al tomárselo demasiado en serio. Para ampliar el hecho de que es mi simple opinión, también he de decir que está fortemente influenciada por el hecho de que yo, cuando llegue su momento, querré publicar. No sé cuánto, no sé de qué calidad, pero quiero que lo que escribo/escriba, se acabe publicando.

Creo que está bien que se publique en formato digital, sin duda. No sólo porque se puede publicar mucho más y se ahorre una cantidad brutal en papel, si no que la cantidad de gente que puede publicar es increíblemente superior. Sí, en consecuencia va a haber mucha más 'mierda', por ser honestos y vulgares. ¿Que es posible que lo bueno pase desapercibido? Por supuesto. Pero también también es cierto que esa gente tan capaz como el resto de publicar algo bueno consiga publicar algo. Y los editores así también lo pueden tener fácil: si se vende bien (o se descarga bien) a través de internet, que lo editen ellos, con sus respectivos derechos al autor. Pero vuelvo al hecho de que puede publicarse muchísima más cantidad de historias. No digo literatura porque la palabra es muy grande, sino historias. Como ahora hay muchísima más música que antes...
Pero la cuestión es la literatura, ¿para qué vamos a engañarnos? Tal y como está el mundo de hoy, es facilísimo encontrar un libro (sea de la época que sea) por Internet, descargártelo gratis, leerlo (o intentarlo), y pasar al siguiente. Lo he hecho, sí, lo admito. Pero los libros que me han gustado del todo, los he acabado, y los que he acabado, los he comprado después. ¿Tonto? Sí, puede ser... Pero es que entiendo la literatura como un MODO de vida, no un MEDIO. Hay mucha gente (yo hace un tiempo he sido de esa gente) que piensa en publicar, ganar dinero con la publicación y, ¿por qué no?, vivir de ello. Hace poco incluso me lo reconoció un Profesor del Renacimiento Inglés aquí en Escocia, que de joven pretendía vivir de ello. Pero yo no creo que el que escriba lo haga por vivir de ello. ¿Que es una posibilidad? Por supuesto. ¿Que al final sí que da para vivir? Pues mejor. Pero la literatura no está para ganar dinero de ella, la literatura está para vivir de sí misma, alimentarse con los años, hacerse cada día más grande. Yo si escribo no es para que un par de editores me digan que está bien o está mal (que para qué mentirme, me quedaría encantado de que me lo dijeran), sino para que la gente lo lea y me diga algo al respecto... me digan que les ha gustado algo, aunque sólo la mera idea de pensar en una idea así, o algo. Quizás me esté volviendo loco con esta idea de que la literatura es una de las cosas más grandes que ha cagado el ser humano, pero, ¿qué quieres que te diga? Yo tengo mierda (historias) dentro como para querer escribir varias cosas...



P.D.: Siento este vendaval de ideas que no vienen a cuento y seguramente se queden a la mitad de lo que quería explicar inicialmente.

Cansado de estar cansado.

Si me dicen que durante la época de Franco, un periódico sacaba a la luz fotos de estudiantes (o no estudiantes, es lo mismo) que organizan huelgas, o movimientos de protesta, me lo creo. No se podía permitir que una persona se alzara mínimamente. El régimen tenía que ir bien, demostrando que 'los pocos' que se 'rebotaran' las tuvieran claras. Sí, sería llamar a la violencia. Pero en un régimen dictatorial se entiende que ocurra. Pero si me dices que ocurre casi 40 años después de la muerte del dictador, 33 años después de la Constitución, no me lo creería; al menos al principio.
Sí, esta es la portada de ayer de la Razón, miércoles 9 de mayo de 2012. Me parece vergonzoso llamar a la violencia en una sociedad así en contra del pueblo. De esta portada, la verdad, no sólo se desprende eso. Vivimos momentos complicados, en los que nos están quitando derechos por lo que hace años la gente luchó, derechos por los que la gente murió hace décadas. Y no sólo eso, sino que publicar fotos de civiles 'porque sí', sin permiso, es ILEGAL, no es para nada permisible. Después el mismo director del mismo 'periódico' tilda a los que le critican via twitter de 'energúmenos' (enfatizándolo con varias exclamaciones). https://twitter.com/#!/pacomarhuenda/status/200585534366683136
La verdad es que la figura de este 'personaje' es curiosa. También lo denominaría de otros modos, pero no quiero perder el tiempo llenando la boca de adjetivos tan desagradables. Sólo haré un breve análisis de su coherencia en twitter.

Señor licenciado en periodismo y derecho (no sólo eso, sino también doctor en Derecho, y a punto de doctor en Periodismo, según él mismo proclama https://twitter.com/#!/pacomarhuenda/status/200007152180535298 ), dice ser "imposible debatir cuando vuestro argumento es descalificar e insultar", continuando el mismo tweet diciendo "No veo que ninguno sea un "premio nobel" que pueda dar lecciones". Es decir, está haciendo dos cosas: 1) se contradice a sí mismo, queriendo decir que él no insulta ni descalifica, haciéndolo en la frase siguiente; y 2) se sube a un pedestal puesto por sí mismo, diciendo que sólo los que tengan el "premio nobel" (en minúsculas lo ha escrito) le pueden criticar. https://twitter.com/#!/pacomarhuenda/status/200584877303803906 Lo de las minúsculas no suele ser problema al proclamar algo en twitter. Lo suyo es más las faltas de ortografía, pero eso es lo de menos. Es más 'divertido' la forma de tildar a la gente que protesta como "radicales" y reforzar la necesidad de reformas (en educación, en este caso). https://twitter.com/#!/pacomarhuenda/status/200582573099991040 La verdad es que él no es, para nada, radical, ¿verdad? Da igual que sea alguien como yo, que sí, admito haberle respondido alguna vez (con el consecuente pensamiento de no hacer bien contestándole a alguien al que no merece la pena responder), o que sea alguien que no tiene 'nombre real' en twitter, por decirlo de algún modo. "Sois conscientes de las chorradas que escribís escondidos en la cobardía del anonimato?" https://twitter.com/#!/pacomarhuenda/status/200585534366683136 Es MUY gracioso lo importante que resulta ahora SER ALGUIEN CON NOMBRE, ¿no? Las ideas parecen no valer nada. A ser persona, no a ser una persona determinada con nombre y apellidos, es lo que me han enseñado a mí. A mí, que una persona acabe la carrera en su año, no me dice más que una persona que se preocupa por la sociedad, que lucha por mejorarla. Me dan igual las notas (hay gente que puede dar fe de ello); sí me esfuerzo por aprobar, pero me preocupa más crecer, ser mejor persona. Porque no me sirve de nada tener una media de la carrera de matrículas o sobresalientes si no soy buena persona. ¿Nos hemos olvidado de eso, o qué pasa aquí?
La verdad es que es un ser de lo más ambiguo este Francisco Marhuenda (me niego a llamarlo persona). Creo que el mejor tweet se lo vi a @RockyMapache, que resume muy bien la ambigüedad de Fran, Francisco, Paco, o como quiera que le llamen.  https://twitter.com/#!/RockyMapache/status/200606050003599361 "Ojo al anterior RT. Dice @pacomarhuenda que "ya se poner tildes" y no acentúa "sé". ¡Bravo! ¡BRAVO!" Y la verdad es que hay más gente que se identifica con esos personajes anónimos que pueden ser @Barbijaputa o el mismo @RockyMapache que en el director de un 'periódico'. La verdad, es que en eso entiendo la reforma en educación: para que no salga más gente como él.
Y sí, si me quejo de que su portada vaya teledirigida, podría criticárseme por hacer lo mismo, pero ni soy una figura pública, ni me leen más de 300 personas al día. De hecho, cuesta que me lean 300 en un mes, pero eso es lo de menos. Sólo quería recordar que lo primero es ser y vivir como personas, no en condiciones infrahumanas como pretenden que vivamos.

miércoles, 9 de mayo de 2012

El sueño supera a la razón

Cada mañana, una sonrisa nueva (y a la vez diferente); cada mediodía, un reto nuevo; cada atardecer, unas horas que parecían desperdiciadas; cada anochecer había músculos agarrotados que acompañaban a unas lágrimas cansadas del vaivén. Era doloroso y regenerativo, pues volvía a sonreír cada mañana, sin llegar a perder la esperanza. Así era, así seguirá siendo hasta que alguien le recuerde que no puede volar eternamente.

lunes, 7 de mayo de 2012

¡Salta!

-Apestas a teína.
-¡Oye!
-¿Qué? ¿Me lo vas a negar?
-No, pero es que me ha dolido.
-¿El qué? ¿Que te hayan rapado o qué?
-Ya no me gustas así enfadada.

Palacio viejo

No sé si conoces la sensación, pero es muy peculiar. Puede suceder poco antes de un evento que sabes que te va a cambiar, pero más con los días anteriores a un viaje largo del que puedes tardar en volver. Si lo recuerdas, la emoción aún te puede invadir el cuerpo. Lo llamo emoción porque es emoción, así de simple. Es algo bueno. Te llevas sensaciones buenas, y también malas, pero hay más de lo primero que lo segundo. Por eso sientes morriña antes si quiera de partir, porque ya deseas volver. Yo me acuerdo de casi todas las despedidas desde que me fui allá por septiembre. Recuerdo alguna mejor que otra, haciéndome también un poco de daño, aún a día de hoy.
Y sí, si aún me queda un mes para volver, mes que deseo que pase, también sé que eso mismo me pasará cuando ocurra. Y sé que tampoco va a ser fácil.

viernes, 4 de mayo de 2012

Estrella fugaz

Tenía el pelo de un color más rubio y apetecible que el de una cerveza fría, más claro y deslumbrante que el sol. Movía las pestañas que parecía un pase de modelos, movía las caderas de un modo que nadie sabía, porque llamaba tanto la atención que nadie era capaz de mirarla durante más de dos segundos. Era demasiado obvia la atención que requería una belleza así. Las miradas la huían, los oídos se escapaban a su voz de sirena. Su figura deslumbraba tanto que nadie recordaba cómo era, su voz provocaba en los hombres que el olvido se apoderara del recuerdo de ellos.
Sin embargo, o más bien en consecuencia, nadie hablaba de ella. Era la personificación de la belleza en sí y cualquier palabra, cualquier frase era insuficiente para hacerle justicia.

martes, 1 de mayo de 2012

Me pregunto cómo podrá suceder

Estoy ensayando con formas literarias que se me escapan ligeramente de las manos. Me resultan novedosas a la par que interesantes. Tan interesantes que estoy flipando un poco conmigo mismo. Me gusta. Me gusta tanto que pongo los pies en el suelo para ir ensayando una y otra vez con temas varios para tropezar con muchas piedras y así ver con cuáles merecen la pena. Quiero encontrarme con más y más piedras para poder esquivarlas con estilo.

domingo, 22 de abril de 2012

El frío del invierno te pisa los talones.



El motivo de esta entrada es una pregunta que se me hizo ayer. La pregunta, no falta de interés por ambas partes (y alguna más no involucrada hasta el momento), es la siguiente:
"o ser humano nace ou faise egoista?" Y yo, que soy así, que me faltan tantas capacidades como imaginación me sobra por momentos, tiraré un poco de esa mi locura transitoria.

Mi primera impresión fue que cada persona se vuelve más egoísta con el tiempo. Pero hay cuestiones por delante que no había abordado, quién sabe si por falta de pausa a la hora de pensar, o las cervezas durante el partido de ayer.

La cuestión empieza, como empiezan todas las frases, por el principio. ¿El ser humano nace egoísta? (no, lo de si el ser humano nace o se hace es otro tema) Sí. Yo creo que sí. Sino mira a un niño que quiere atención, que llora para obtener comida, que llora porque tiene sueño y no sabe cómo empezar a dormir. Después, grita e incluso pega porque algún otro niño le robó "su juguete", por ejemplo. ¿Es ese un acto debido al egoísmo o por falta de desarrollo? Yo sinceramente creo que es un acto que, aunque se olvide, y sea cual sea el motivo, queda grabado en la memoria. Se puede argumentar que los animales también cometen ese tipo de actos que, si los hace un humano, se consideran 'egoístas', 'infantiles'. Hacen "lo que hacen" para marcar su territorio, sí, pero es porque ellos no poseen la capacidad de razonamiento y pensamiento que hace 'necesario', en nuestro caso, distinguir de lo que está bien o está mal.
Si seguimos por esas, cuando ganamos capacidad de raciocinio, ¿perdemos egoísmo? Pues mira, oye, que no lo sé. Hay mucha gente que, en su búsqueda de la inteligencia, capacidad intelectual, se desprende de esos defectos: egoísmo, hipocresía, 'maldad' (si quieres llamarlo así),... Pero hay mucha gente que confunde, hay demasiada gente que separa la inteligencia de la bondad, del ser 'bueno'. ¿Quiero decir que para que una persona sea inteligente tiene que ser buena persona? Sí. ¿Y que para que una persona sea buena tiene que ser inteligente? Pues no. Porque cada uno tiene a su alcance más o menos medios, y no por ello deja de ser buena persona.
Bueno, pero al caso: el ser humano, ¿nace o se hace egoísta? Depende, en mi opinión, de que seamos capaces de distinguir, de seguir con esos dos conceptos ligados en el caso de la gente 'capaz' y la gente con medios. Si, lo sé, sé que no estoy contestando a la pregunta. Pues te digo, creo que la gente con capacidad tiende a hacerse tonta, todo con lo que eso conlleva (mala persona, egoísta, etc.), intentando que la gente que, por unos motivos u otros, no tienen medios para desarrollar su capacidad, sigan sin poder hacerlo. Porque les conviene, por supuesto. No les conviene que la gente pueda disfrutar de todos los medios habidos y por haber para tener la misma capacidad que ellos y vean que lo están haciendo mal, que son unos 'capullos', permitidme decir. Sí, digo que hay cada vez más capullos, y también hay más gente buena con buena capacidad. Por desgracia, tiende a predominar el primer grupo. Hay gente se da por vencido y diga 'yo no soy capaz' o derivados. Joven, quizás ahora no puedas hacer más, pero lucha por cambiarlo, por mejorar. Todo el mundo, absolutamente TODO EL MUNDO no sólo puede, sino que tiene que mejorar. Y no sólo individualmente, sino colectivamente, puesto que "colectivamente [los humanos] son un conjunto de idiotas". Sí, estoy haciendo una llamada a dejar de ser una sociedad tan decadente y podamos mejorar. Sí, podemos.

sábado, 21 de abril de 2012

Ya no queda nada.

Y me dices que todo está perdido, que me he perdido en el camino. Yo, que busco sin sentido el motivo por el que me he movido, he dejado de buscar soluciones a paranoias mentales para ver si así me encuentra el destino.
Porque ya son horas de saber si este hastío me va a aportar algo más que una sencilla y encantadora misantropía, una cantidad de sueños tan incalculables como incomprensibles, unos golpes auto-inflingidos que, si tuviera que enseñarlos, no sabría cómo, ya que son muy personales, nada aconsejables. Es por eso que es mejor seguir adelante, paso a paso, piedra a piedra. No sólo para mí, sino para todo el mundo. Es lo que te deseo: que, te pase lo que te pase, sigas adelante. Todos seguimos adelante, cada uno con lo que tiene: sus manías, sus paranoias, sus enfermedades, sus cocos, sus pesadillas...

Que la suerte se cuele por tu ventana!

jueves, 19 de abril de 2012

Oh, cállate!

Las dulces curvas de tus pestañas al despertar son como el azúcar del yogur, el Nesquik del tazón de leche. Estas frases son para mí como la sal a la leche para la gente de a pie, quizás. Tienen un romanticismo por las personas desmedido. No, lo siento, no es una forma correcta de decirlo. Tienen una forma de expresarlo equivocada, en lo que es mi opinión. ¿De verdad siente necesidad la gente de decir tal cantidad de cosas? Claro que todo el mundo necesita/quiere que una persona esté a su lado, pero ese romanticismo irreal tiene que acabar. Dejémosles a los adolescentes que se digan esas sandeces que se sueltan muy fácil y sin pensarlo apenas. Quizás sean eso, en realidad; frases que se sueltan muy fácilmente, sin llegarlas a pensarlas del todo y, una vez vas creciendo, aprendiendo a pensar y a aprender, las dices menos, porque no son necesarias, no son verdad.
Por favor, tampoco me malinterpretéis: dejaos llevar, sí, pero con un poco de cabeza, ¿vale? Que cada uno se lo intente aplicar como mejor vea. Empezando, además, por uno mismo.

martes, 17 de abril de 2012

Podría ser capaz

"Todas las historias ya han sido inventadas. Sólo tenemos que recordarlas. Creo, sinceramente, que no las leemos por primera vez, sólo las recordamos; aunque sea recordarlas hacia el futuro. Muchas veces, cuando ya la has leído (en el pasado), recuerdas la historia hacia ambos lados de la cuerda temporal.
En realidad, no creo que ocurra solamente con la lectura. Pienso que ocurre lo mismo con las experiencias personales vividas, con los estudios; depende de nosotros, de nuestra habilidad para recordar las ideas bien, en que tardemos más o menos tiempo en escoger el camino correcto. Preferiría decir "nuestro" camino, ya que "el camino correcto" puede acercarnos a connotaciones que prefiero evadir.
El tiempo nos la juega. A veces nos confunde, nos envía señales (a veces son los denominados flash-backs). Confundimos caras, lugares, y nos equivocamos. Pero, ¿es esa equivocación producto de una elección, un paso más hacia delante, con la que se suponía teníamos que aprender, o es un obstáculo que nos aleja de nuestro "destino"? Podía decirse que no todo el mundo llega a ser todo en lo que puede convertise. Esto me hace preguntarme si la cuerda que tenemos agarrada tiene un final fijo o se divide en una cantidad de destinos posibles tan numerosa como mareante. ¿Hay sólo UN camino correcto? Y lo digo sin connotaciones religiosas, ni divinas, ni políticas. ¿Hay UN camino correcto, y otros caminos menos correctos, sin llegar a ser malos o equivocados, siendo el correcto el mejor que podemos alcanzar?
Lo que sé es que hay momentos en los que por mis vena corre sangre existencialista y no creo que esté haciendo nada nuevo/bueno. Y quizás sea eso lo mejor, que me dé cuenta y que simplemente lo que mejor haga sea dejarme llevar."

Y ahora, mientras releo estas palabras que escribí hace unas 12 horas, pienso que dedico mucho tiempo a la teoría, siendo, desde un primer momento, errónea. Pierdo demasiado el tiempo pensando en qué y en cómo, pasando en muy contadas ocasiones a los hechos. Esta noche, como tantas otras, me acostaré con mi cama y nos entregaremos una vez más.

lunes, 16 de abril de 2012

Suenan como cañones, como los Tambores del Congo.

No tengo que disculparme cuando digo que acabaré volviendo a Galicia para trabajar. Si eso, conmigo mismo. Y no me malinterpretéis: no digo que Galicia sea mala, o no sea suficiente para mí, que, aunque en algunos aspectos así lo considere, sino porque creo que puedo ayudar a que la situación mejore. Me da igual que suene arrogante, pero es lo de menos. Quizás lleve toda la vida dándome demasiada importancia, así que dejaré (ahora y para todo lo demás) lo de que me suene arrogante lo que yo diga. No todo el mundo me va a tener que tener en cuenta (ni mucho menos).
Lo que quiero decir es que voy a luchar por algo. Personalmente sé por lo que voy a luchar. En general, por la sociedad no sé qué intentaré hacer, pero sí quiero intentar aportar algo. Supongo que mis ambiciones personales tienen que ver con poder hacer algo por los demás, que me contento con hacer cosas para los demás, aunque no quiero caer en la típica falacia de que es lo único que quiero: claro que no lo es. Como ser humano, quiero cosas para mí, y sólo para mí. Échame la culpa si quieres, pero si haces un poco de autocrítica, si no la hacías ya antes, descubrirás que tú también quieres algo única y exclusivamente para ti. ¿No es cierto? Y si no, ya dejarás de ser un crío hipócrita. Si en cambio, piensas que sólo piensas en cosas para ti y nada para el resto, supongo que deberías de dejar de ser un buen gilipollas. De esos hay muchos, porque son los que menos verdades se atreven decir en alto.

sábado, 14 de abril de 2012

Creo que en el fondo hay algo.

La soledad de los viajes se produce por la cantidad de emoción que producen las compañías de los días anteriores. Ahora mismo sigo teniendo resaca. Se debe a que uno se sigue asombrando cada día por las amistades, colegas, salvavidas... Hace 34h aproximadamente, escribía esto. Atentos:

"Es la calma de la tormenta de los pies de un novato de café al par de minutos de empezar uno; es tan bello como el café de cafetería que, aún sin estar tan rico como el que se hace en casa, es más bello; es tan raro como aquel chico que coge la taza de café por el lado sin asa, dejándola al otro lado.
Hay millones de comparaciones posibles relacionadas con el café y sus lugares, sea donde sea que los tomes; también las hay con sus formas de tomarlo. Todo acaba siendo una rutina que, lejos de aburrir, resulta de lo más artístico que se puede observar. Coger un boli con una mano y el café con la otra tiene tanta capacidad narrativa, en mi opinión, que todas esas imágenes-tópico de las que he oído hablar, que he visto a través de una pantalla, ahora tienen sentido. Supongo que si no te gusta escribir (o artistear) o no te gusta el café, resulta una relación imagen-escena artística tan inestable que es imposible.
Yo, personalmente, agradezco haber tardado tanto en que me empezara a gustar. Mi paladar, aún no acostumbrado plenamente, empieza a notar todo lo que mis manos escribir sobre él, todas las imágenes que mi cerebro produce única y exclusivamente para mí para que encuentre el mejor método posible para hacéroslas llegar. De las tres imágenes que describí en el primer párrafo, las tres hablan de mí. Más bien hablaban. Ya no me queda café, mis piernas se mueven casi tan rápidamente como mi mano derecha que, por muy grosera que resulte la imagen, existe con un boli y tinta, todo verdadero, no en sentido metafórico. Así como en mis oídos suena la versión de "Chicago" realizada por Vetusta Morla y Cristina Rosenvige, en mi cerebro se mezclan imágenes pasadas, presentes, y futuras; por mi nariz se asoman olores de noches pasadas, mañanas tristes, y tardes de acompañamiento en un bajo lleno de cuadros recién pintados, habiendo también otros más viejos. Mi amigo me habla de gente que conocía, de antiguos amigos, pero también de alguno presente que resulta, en este caso que se me pasa por la cabeza, ser mi padre. En un segundo, mi cabeza me lleva a hace poco más de veinticuatro horas, cuando me encontraba con un amigo hablando de tantas cosas. ¡Cómo son las cosas!, ¿eh? ¡Cómo es la mente humana!
Ayer estábamos hablando de mi idea, esa misma que estoy desarrollando, de lo solo que se puede sentir el personaje, ya que no hay ninguna persona como él, por lo que muchas veces es un incomprendido. Como ejemplo, me referí a un momento pasado común que, sin decir nada que pareciera ser un momento tan particular, mi construcción gramatical y nuestra buena memoria nos llevaron a un momento exacto en el tiempo.
Son los momentos así que me hacen preguntar sobre mi genialidad al usar, de vez en cuando, esa mi capacidad gramatical que, aunque muchas veces sea incorrecta por breves colapsos cerebrales, otras muchas también hace que consiga el efecto deseado.
Supongo que ese mismo amigo tiene razón (y fue sincero al mismo tiempo) cuando me dijo que le gustaba esa faceta que tengo, con la que no doy a entender a una persona me caiga bien cuando en realidad no lo hace. Sí que doy a entender, quizá, que puedo estar en el mismo lugar durante un tiempo pero que, cuando hay una pequeña oportunidad, saco un poco de ingenio para hacerme entender. Ese ingenio que, aunque no siempre lo muestro, siempre acecha.
Muchos me tildan de algo que no soy, seguramente incomprendido. Quizá sí sea verdad que soy eso que no pienso que soy, y esta frase es un arma de doble filo por la ironía y la ambigüedad, Ya no sabes (hay veces que ni yo lo sé) qué quiero decir, cuántas posibilidades doy a entender con una sola frase, aunque supongo que menos de las que creo.
Y esto creo que "no da para más". Eso me temo. Bueno, no lo temo; casi lo agradezco. Fíjate tú, un breve escrito que empezó con un café y un cruasán. acaba con un niñato hiperactivo con ganas de volar (jajaja, es que cojo vuelo en menos de dos horas). Y aquí lo voy a ir dejando. Llevo ya mucho rato en esta mesa y, aunque me apetezca otro café, me apetece también levantarme ya un moverme un poco alrededor. Los aeropuertos me gustan y me ponen nervioso. Es que siempre me siento solo, a pesar de la cantidad de gente que hay alrededor; quizá sea porque siempre viajo solo. ¡Qué cualidad más rara tengo! No hay nada más temible que viajar solo. Muchos diréis que soy un valiente, pero es que a mí me da más miedo encontrar a gente con la que puedo pasar horas sin callar. Es que me rompe los esquemas. Yo antes no era así. Supongo que, en pasado, nunca fuimos nada ni nadie, sino que somos en presente. Seamos, pues. Sigamos siendo."

Lo escribí ek 13/04/2012 a las 05:33 hora inglesa, en el aeropuerto de Gatwick, Londres. No sabía que hubiera escrito tanto. No sabía que, como al hablar también, cuando estoy hiperactivo, me despido y tardo un mogollón en irme. Supongo que todo se puede mejorar.

domingo, 8 de abril de 2012

Tierra seca

Vendavales de vacíos que se pasan por mi cabeza, ese es el resumen de un nada que se resume en mi todo de las últimas semanas. ¿Que necesitaba volver? Sí. ¿Que si confío más en mis gentes y en mí mismo después de estas semanas? Sí. Pero me falta un algo. Me siento vacío, como la moralidad de Mourinho.

sábado, 17 de marzo de 2012

Crítica: El Juego de Ender

Supongo que es el comienzo de una nueva etiqueta, y como no podía ser de otra forma, lo hago pegando fuerte el primer golpe. Un primer golpe emocional para mí, no para el que lea esta primera mala crítica que va a hablar bien de un libro. En otras ocasiones podría hablar de sagas enteras, en vez de libros. Seguramente sería más extensa esa misma entrada que una normal, pero a la larga, si decido hablar de una saga libro por libro es porque algo tiene. Será más algo más puramente subjetivo que objetivo, con toda probabilidad.
Seguramente no me veáis escribir los premios que tiene cada libro, ni qué premios deja de tener.A veces los podría usar para enfatizar, otras como excusa, y mi memoria es demasiada subjetiva.

Pero vamos a empezar la crítica de hoy, la primera, la que seguramente sea más injusta de todas. No sólo por ser la primera, sino por ser EL LIBRO, MI libro favorito: El Juego de Ender, de Orson Scott Card.

Publicado en 1985, El Juego de Ender es un libro de ciencia ficción. Sitúa la sociedad en un futuro lejano (casi un siglo después del año de publicación del libro), décadas después del ataque a la humanidad por unos seres extraterrestres, los "insectores", llamados así debido a su parecido físico con los insectos. La sociedad, a modo de respuesta, se organiza. Los países se organizan, se olvidan de sus problemas pasados para preparar un ejército que pueda defender a la humanidad, y no sólo defenderla. Ender (Andrew) Wiggin, tercer hijo de un matrimonio, es un niño especial. Es el tercero en una sociedad en la que hay control de natalidad. Nadie nunca tiene tres hijos. Ante la capacidad mostrada por sus dos hermanos mayores (siempre influyentes para Ender, uno por lo malo, otra por lo bueno), y lo cerca que estuvieron de ser aceptados para "La Escuela de Batalla", en la que preparan a futuros comandantes del ejército, el Gobierno pide a los padres que tengan un tercer hijo, un tercero. Este, tras un largo tiempo siendo analizado, es llevado a la Escuela de Batalla para ver si podría ser "El Elegido" que pueda llevar a la humanidad a la victoria. Allí se expondrá a golpes continuos, tanto por parte de los profesores, como por parte de otros alumnos, como de su hermano que, a pesar de estar en la distancia, aún le infunde un gran temor. Paso a paso (siempre pasos gigantes), va progresando.
Mientras, todavía en la Tierra, sus dos hermanos, Peter y Valentine, van dejando atrás, también poco a poco, sus diferencias; irán manipulando a la sociedad con comentarios en la prensa, en la que se van desenvolviendo cada vez mejor.

Los acontecimientos de después no los relato. Creo que de aquí no paso.Si parece interesante, creo que con eso debería llegar, parecerá. Supongo que, la segunda parte de la crítica, será una valoración personal del libro.
Supongo que este libro me gustó mucho ya desde el principio, cuando lo leí por ahí en aquella eterna juventud, con 14 o 15 años. No fue, sin embargo, hasta los 19 años que lo retomé. Fue entonces cuando caí definitivamente en sus garras. Es el personaje al que más cariño le he cogido en mi vida, mucho más que V, o cualquiera de Juego de Tronos, Harry Potter, o similares. Un niño pequeño sobrenatural, capaz de demasiado. Más allá de los libros siguientes, que sólo ayudan a ensalzar su figura (como La sombra de Ender, que estoy leyendo). Su sufrimiento, su forma de conocer y querer... No es necesario que haya otro como él, de hecho no es recomendable.

Los libros siguientes, tanto la saga principal como la paralela, son muy recomendables. El personaje crece, y aunque se eche de menos en algunos momentos tanta acción, lo compensa con cuestiones más fuertes, más filosóficas, por decirlo de algún modo. Supongo que con la saga de Harry Potter empecé a descubrir lo que era lectura entretenida, qué me podía ofrecer, pero no fue hasta este libro hasta que por fin me enamoré de un libro. Y no sé si lo haré alguna vez de nuevo, pero no importa. Cada vez disfruto más de los libros. Y espero que, con las siguientes críticas, lo lleguéis a notar.
Si llegasteis hasta aquí abajo, muchas gracias. Os lo he de compensar.

jueves, 15 de marzo de 2012

HaVer Salida


El incesante paso de unas horas que parecen no pasar no soluciona el agobio de unos días en los que predomina la falta de horas de sueño, sobran las horas dedicadas al estudio (por falta de eficacia y eficiencia), una imaginación que parece ir a más, unas ganas predominantes de una cerveza en mano, con el consecuente (y continuamente presente) temor de una despedida (con la imaginación y la Musa) por excesos de (necesidad de) relajación, de paréntesis, de comas, de brevedades más incongruentes que inconsistentes.
Y necesito gritar, encontrar las preguntas adecuadas para unas respuestas que no voy a encontrar. Pero nos levantamos de los golpes, ¿no es así? Más de los que nos auto-infligimos que de los producidos por los demás. Aunque supongo que en el fondo son siempre auto-infligidos, ya que decidimos exponernos al daño.
Y como dicen en aquella tan maravillosa peli, "Mientras no elijas, todo sigue siendo posible." En el fondo, no pasa nada, como decían: "La mayoría del tiempo no pasaba nada, como en una película francesa." No, no creo en el efecto mariposa; muy a mi pesar, ahora mismo no sé en qué creo. Prosigamos, aún así.

martes, 13 de marzo de 2012

Vetusta Morla - Al Respirar (London)


No creo que haga falta decir qué es Vetusta Morla. Mucha gente lo que es. Mucha gente que no, también lo sabe. Pero para mí, ¿qué es? ¿Qué deja de ser? No lo sé. Sé que la voz de Pucho me relaja hasta límites insospechados. Es el grupo que me pone en el estado de ánimo que necesita mi cuerpo. Sea la canción que sea, me anima o me desanima, me salva unos minutos.
Acababan de salir después de tocar "El Hombre del Saco". Sí, todos sabíamos que iban a volver. Cantamos, coreamos varios "lalalala" y varios "lololo" de "Saharabbey Road" para que volvieran animados. Volvieron y tocaron "Al Respirar", el único tema que me quedaba por escucharles en directo. Y me emocionó. Como siempre, ¡para qué mentirme! Pero es que era inevitable. "Al Respirar" tiene esas cosas que no me atrevo a decir en alto, que a veces no me quiero atrever a pensar. Otra vez, como en Santiago en julio y en Burriana en agosto de 2011, después del concierto quería otro más de ellos, porque nunca me es suficiente. Aunque sí que acepté el descanso. No quiero excederme, porque en realidad quiero que sigan así en mi cabeza. Quiero seguir queriendo ir a sus conciertos, comprando (sí, comprando) sus CDs. Mientras, intento hacer algo con mi imaginación.


"Y respirar tan fuerte que se rompa el aire..."

lunes, 12 de marzo de 2012

Copenhague - Londres (10-03-12)

Suena demasiado bien
(aunque por el sonido de mi móvil no sea)

Loooo lolololoooo lolololooooo lolo

Tengo miedo. Lo llevo pensando unos días. Me muevo según recuerdo; recuerdo cómo caminar, qué buscar, qué no. También sé que me meto en los libros cuando vuelvo a tener miedo, cuando no puedo dormir. Por eso cuando me doy cuenta de que es hora de intentar afrontarlos, me vuelve a entrar el miedo; tanto por si acierto en mis temores, como si no. Si sí, es obvio: no quiero repetir; si no, no sé a qué me enfrento.
No sé si me entiendes, supongo que sí. En el fondo tienes la misma alma torturada que tengo yo. Tus tormentos, aunque por diferentes experiencias, son los mismos. Y me da más miedo que haya más gente así, porque esto puede ser una cadena interminable de catastróficas decisiones que no llevarán a más lugar que al olvido, que acaba con un par de almas podridas vagando, buscando.

miércoles, 7 de marzo de 2012

¿Me equivoco?

A mí me pasa que recuerdo qué es un libro cuando acabo de leer uno; sé que es un boli cuando escribo con un Pilot azul en mi mano; sé qué es un amigo cuando me falta; sé qué es hablar cuando callas, qué es reír cuando sonríes y te lo guardas para dentro.
No sé si será mejor tener cuidado. Lo que sí es que unos llevamos más tiempo que otros teniendo cuidado. Y si ahora necesito hacer las paces con mi pasado es porque soy idiota. Yo, que he renunciado al pasado por un futuro mejor que no llega, por un presente que no es, pero que será. Intento hacerme cambiar. Prometo ser diferente, dejar de pensar en varias cosas a la vez, pero no por ello dejar de permitir que mi imaginación vuele. Intento hacerme cambiar; sí, me pido hacerme ese favor.

Que sí.
Que sí.
Que sí.


"Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas."

Atentamente,
Mikel.

P.S.: después de más de una referencia a alguna canción y a algún libro, me voy.

lunes, 5 de marzo de 2012

Sólo Soy un Bicho de Cristal

Una vez acabé "El Temor de Un Hombre Sabio", me entró el agobio. No tengo lectura realmente ociosa por delante, no tengo letras que desmenuzar. Falacia intencional. Sí que tengo, pero vuelvo a tener miedo de escoger mal un libro.
Este libro ha sido una sorpresa. No porque el tema sea interesante porque, como ya he dicho, tampoco es que me sorprenda. Sí lo hacen ciertos detalles, ciertas luces que iluminan ciertas partes de mi imaginación e incluso de mi corazón. Algunas me impiden dormir, ahora mismo. Sí, son las 5.29 de la mañana y no puedo dormir. Quiero dormir y escribir, leer más. Pero es que es esa sensación, ese algo que se me escapa. No sé qué es. No sé cómo poner en palabras todo lo que quiero decir. Mi imaginación parece ver la luz. Y temo que, si no intento focalizarla, dejarla salir, manipularla, darle forma, vuelva a abandonarme, cual musa que se queda dormida. Y tengo miedo. Más del que quiero admitir, porque me hace pensar en todas esas cosas que tampoco tengo y me dan más miedo todavía. Decirlas en alto es, si cabe, más temeroso, más odioso.

"Siempre que me pueda dibujar sobre un naranja impar..."

domingo, 4 de marzo de 2012

Una sombra en la pared

No sé qué siente la gente cuando lee. Quizás no sientan nada en particular, y por eso dejan de leer; pueden, en cambio, sentir algo. No sé qué es, como ya he dicho. Quizás se entretienen y se lo pasan bien, como pueden pasárselo bien las mentes inconscientes que leen Crepúsculo, Eragon, o, incluso, Harry Potter. Puedes también meterte mucho en la historia, llegar a amarla, pasarlo bien con los personajes, quererlos, hacerte feliz y entristecerte con ellos, como me pasa a mí con Canción de Hielo y Fuego, me pasó con la Saga de Ender, o me está pasando con Crónica de un Asesino de Reyes. Para los que me conozcan un poco o hayan leído un par de entradas dedicadas a los libros, os digo que quizás os preguntéis (si no lo habéis hecho, ya os lo digo ahora), por qué no he incluido Harry Potter. Es simple: era niño cuando lo leí, no puedo opinar lo mismo en este momento. No creo que me produzca lo mismo ahora. Probablemente, sólo tenga una carga sentimental vinculada a los recuerdos.
No sé qué es lo que sienten ellos, pero para que yo sea capaz de leer algo y pueda decir que saco algo positivo de su lectura. No digo que me lo tenga que pasar bien, o que tenga que tener una forma y un contenido determinados. Obviamente, no tiene que tener, tampoco, una temática determinada. Si bien es cierto que suelo escoger una temática más "fantástica", "ficticia", no significa nada. Para los que me conozcan ya un poco más a fondo, sabrán que me resulta hartamente complicado leer poesía. No por ello digo que sea menos, que merezca menos prestigio en estilos de "literatura". Por supuesto que no. De hecho, para vuestra sorpresa, estoy gozando mucho el curso de Renacimiento Inglés. Admito que soy yo el primer sorprendido. No me lo esperaba. Pero he aquí la cuestión del asunto: está consiguiendo recuperar mi imaginación, de un modo u otro. Me encontraba en un momento de mi vida que no era capaz de sacar mi imaginación de ningún lado, de ningún modo: ni con hilos, ni a palazos, ni amablemente, ni nada. Era imposible. Y he aquí yo en las clases de Renacimiento Inglés, disfrutando con la poesía Renacentista, imaginándome, tras leer "The Faerie Queen", a un dragón que decide salir de casa para matar caballeros y que tanto hombres como dragones hablen de él, canten su honor. No sé si seguís el hilo marcado por la entrada hasta ahora. Si al principio hablaba de qué saca la gente de la lectura, y ahora os vengo diciendo que estoy disfrutando de la lectura de textos renacentistas ingleses. Pues sí hay conexión. La cuestión es que espero que me aporten imaginación, retales de imaginaciones, de ideas; tienen que aportarme suficiente para hacerme querer escribir, para que saque a relucir mi imaginación. Por eso creo que siempre le guardaré cierto cariño al Renacimiento, porque están sacando de mí esa parte que creía perdida. Además, ellos hacían algo que a mí me parece la mejor forma de estudiar literatura: leían y, después de ello, intentaban hacer algo del mismo estilo; era un reto, un "challenge", que dijimos en uno de los seminarios.
Y si "el poder reside donde el hombre cree que reside", definitivamente, yo creo que el poder reside en la imaginación. No sólo eso, sino también en la forma en la que la desarrollas. Porque no diré que la literatura es estrictamente necesaria para vivir en sociedad. Lo es para mí, y para otra gente, pero no es estrictamente necesaria. Este patrón puede llevarse a la medicina, a la música, a la arquitectura... ¡yo qué sé! Muchos sitios donde la gente sí necesita desarrollarse, meterse en un mundo en el que sí pueda aportar algo, y en el que la gente se lo pueda apreciar. Porque sí, yo, a pesar de escribir mal, de escribir cosas que no vienen a cuento, sensaciones a veces incomprensibles, que no deberían ponerse por escrito, hay gente que me dijo que lo hago bien, que tengo que seguir en ello. Y supongo que sigo en ello también por eso, no sólo porque soy bastante pesado para mantener este deseo con el que llevo suficientes años, este deseo "infantil", si lo quieres llamar así.
He de decir que "El Temor de Un Hombre Sabio" me está sorprendiendo para bien. No por el tema en sí, que simplemente me parece interesante. No me parece un libro tremendo, pero sí me está sacando esa vena de amor a la lectura, esa sonrisita que me saca de vez en cuando, esas tantas citas que estoy anotando. Sí, espero conseguir un día producir esta misma sensación en la gente, que alguien me diga que es bueno de verdad, no que me diga que está muy bien porque es mejor de lo que ellos podrían escribir. Sí, también creo que a veces tengo una ambición desmedida, pero intento ser autocrítico. Disculpad mi osadía.


"The things we read about* are not like life,
but the experience of reading is like living" C.S. Lewis


(en realidad dice "about in Fairie Queene")

sábado, 3 de marzo de 2012

Eterno vagar

He estado pensando en la música. Más. De otro modo. Es inevitable, en 7 días estaré viendo a Vetusta Morla en directo en London, y en unas semanas estaré en Madrid viendo a Iván Ferreiro. Me hace preguntarme a qué grupos he visto, a cuáles volvería a ver (estos dos, obviamente), a cuáles me habría gustado ver, de cuáles me arrepiento, a cuáles iría por primera vez.
A la primera pregunta, respondería, del tirón, y sí, avergonzándome también (aunque supongo que la edad lo permite y el hecho de que algunos conciertos fueran gratis también ayuda), diría Joaquín Sabina (x2), Estopa, La Oreja de Van Gogh (muerto), Amaral, Fran Perea (re-muerto), Mägo de Öz, Pereza, Iván Ferreiro, Vetusta Morla (x3, casi x4, y después de verano x5), Love of Lesbian, Supersubmarina, Dorian, Los Últimos Bañistas, Russian Red, La Fuga (sin Rulo), Lamatumbá...
A la segunda, creo que es obvio: los que repetí, repetiría. A los que voy a repetir por primera vez, como Love of Lesbian y Russian Red, e Iván Ferreiro. Obviamente, LoL los quiero volver a ver; Russian Red entra en el bote de Sonorama 2012. E Iván Ferreiro, quizás por la herida de lo cutre que había sido en el FAX, tanto por mal sonido, como duración. Después, creo que a Pereza podría volver; Supersubarina sin duda; de los demás, quizás la sorpresa sería Amaral. Sí, me parece que tiene una voz muy buena en directo, y disfruto de bastantes de sus canciones. Bueno, creo que de Vetusta Morla es bastante obvio que iría una y otra vez. Quizás la primera vez no fui consciente de ellos, pero la segunda supuso un choque emocional suficientemente fuerte para ser un incondicional; de Sabina no hace falta hablar, ya que incluso siendo un renacuajo disfrutaba de sus canciones.
A la tercera pregunta, sólo hay una respuesta, siendo sincero y bastante capullo. Creo que disfrutaría mucho (y también lloraría) con Antonio Vega. Fuera el estado que fuese en el que se encontrara, creo que habría sido un lujo.
¿De cuáles me arrepiento? Claramente, en su momento me divertían, pero no estoy orgulloso de haber ido a ver a La Oreja de Van Gogh. Fran Perea, sin duda. No me gustaba nada de aquellas, pero era gratis, eran las fiestas de Ourense... ¡éramos todos jóvenes! Russian Red supuso una decepción tremenda en directo, y supuso también un cambio en mi percepción de su grupo y de su persona. No me arrepiento, pero no creo que volviera a verla si no fuera por Sonorama.
¿A quién iría a ver por primera vez? Lori Meyers, sin duda alguna. Deben tener un directo impresionante. Pero hay alguien a quien iría antes que a nadie: Xoel López. Sí, un artista de tomo y lomo, del que me arrepiento de no haber conocido antes como músico. También entra Sidonie, a los que casi tuve la oportunidad de verlos en directo en Ourense el 17 de septiembre de 2011, si no fuera porque me iba ese mismo día de Erasmus. Afortunadamente, los veré en Sonorama. Cambiando a grupos en inglés, me gustaría ver a The Fray. No sé qué tal serán en directo, pero es lo de menos. Me dicen suficiente como para querer verlos en directo. Por los demás, seguramente estarían incluidos Maga (Sonorama), We Are Standard (igual), Michael Bublé, Rob Thomas, Coldplay, Andrés Suárez, Tontxu, Quique González, Gavin DeGraw... grupos que me gustan, sólo por canciones o por álbumes enteros, pero que tampoco me mataría por verlos en directo.

Y después de un análisis tonto y sin sentido, quizás venga la parte crucial del tema: ¿podríais, por favor, responder vosotros a las mismas preguntas que acabo de responder yo? Y si me falta alguna pregunta que se os ocurra, podríais añadirla, claramente. Y si me olvido de algún concierto, disculpen las molestias.

Esperando Nada

Sigo diciendo que lo que más aprecio de mí es mi imaginación. No sólo porque dicen que la imaginación es una capacidad envidiable (y a veces envidio mi propia capacidad), sino porque es lo que me da vida, me da alas. Sin ella, no creo que fuera capaz de hacer algo con un mínimo de sorpresa. Quiero vivirte, sentirte. No te vayas, quédate conmigo un poco más, acaríciame, déjame sentir que tú también me aprecias. No quiero sentir que sólo tú aportas, necesito devolverte el favor.
"Un día cualquiera no sabes qué hora es..."


It's not my imagination... I'm hers.

viernes, 2 de marzo de 2012

Arreglar nevadas de fuego

Quizás la verdad sea una e inseparable, pero a mí no me basta. Puede que yo quiera decir que la verdad la entiende cada persona de un modo, y que la gente la acepta según le conviene. No creo que yo diga A sabiendo que es B porque crea que A es cierto, sino porque quiero que C sea cierto. Bueno, quizás hasta cierto punto. Pero la cuestión es que uno se miente a sí mismo, miente a los demás para que algo sea cierto. Cuanto más se acerque X a la verdad, más verdadero será. Por eso digo que me gusta el ser humano, porque quiero creer que tenemos capacidad de superación.

martes, 28 de febrero de 2012

¿Ha salido ya el tranvía?

He prendido fuego a mis sentimientos y a mis ideas para que resurjan como aves fénix sobre sus cenizas. Por muy bonita que sea la imagen escogida, es horrible lo que estoy haciendo. No soy el primero en hacerlo, ni seré el hacerlo. Tampoco es mi primera vez, y no digo que esté mal.
Mi corazón se ha mudado de sitio, al igual que mi cerebro. Hubo intertransplante. Creo que ahora tengo el cerebro en mi codo; si no, no entiendo por qué me toco tanto el codo para pensar. El corazón creo que lo tengo en una de las rodillas, porque por un mísero golpe me duele como si hubiera pasado un huracán. Y no sé qué hacer, quizás me deje llevar, ya que suena demasiado bien.
¿Me acompañas?

domingo, 26 de febrero de 2012

Sálvese quien pueda

¿Sabes esa sensación de agobio que te exprime el corazón como si fuera una naranja, que te oprime los pulmones impidiéndote respirar como es debido?
No voy a mentir: creo conocerla. Es un sentimiento que me ronda el cuerpo, un ligero cosquilleo, un hormigueo que va desde el dedo pequeño de cada pie hasta arriba, hasta los hombros. Llevo con ella unos días, unas semanas. Uno pierde la consciencia de cuánto tiempo lleva así hasta que se hace inevitable afrontarla, por duro que sea.
Y es que va siendo hora de afrontar los errores, las indecisiones, las malas decisiones. He pensado que dejaba de fallar, cuando en realidad sólo cometía fallos, uno tras otro. Es duro tropezar con la misma piedra, porque mentiría si dijese que es la primera vez que me ocurre. Mentiría de nuevo si dijese que será la última. He echado de menos las compañías que antes echaba de más, echo de más a gente que echaré de menos en cuatro o cinco meses. Porque soy así, no quiero nada de lo que tengo. Me he reído de los aficionados del Real Madrid por mirar demasiado al pasado diciendo que ellos tienen "9 Copas de Europa", aunque muchas de ellas tuvieran cierta "ayuda", de uno u otro modo; pero yo soy peor, no sólo miro a un pasado que ojalá fuera inexistente, porque he hecho pocas cosas bien; también miro en exceso al futuro, esperando éste me depare algo más, siendo ese "más" justo lo que merecía.
A estas alturas no sé qué es lo que me merezco, pero es, con toda probabilidad, esto que tengo, esto que estoy sufriendo/sintiendo. Sí, admito que "llevo días buscándome". Miento; no son días, son años. Y aunque la gente pueda describirme con un gran acierto, no es más cierto que aquello que creo puedo llegar a ser. Porque tendré que dejar ese sentimiento de arrogancia que de vez en cuando me invade cuando leo cosas, escucho cosas, pensando que yo podría hacerlo mejor (cuando es algo de lo que entiendo). El problema es que ya se me olvida qué es de lo que entiendo. Me falla la imaginación, los recuerdos, cierta ambición. No me falta "amor" por lo que quiero hacer en realidad, mis sueños de cuando era todavía un niño. Quizás sea ese el problema, que todavía soy un niño, que tengo que crecer. Sí, supongo que esas cosas las seguiré queriendo hacer más adelante, pase lo que pase. No creo que nadie me quite las ganas de enseñar, de dar clase; tampoco creo que nadie me quite las ganas de seguir escribiendo, escriba como escriba la gente, esté como esté el mercado. Porque hay ciertos caprichos que una mente tan inestable como la mía quizás no debería tener. Supongo que también es bueno mantener algunos caprichitos...

Y supongo que ya son horas de dejar esta entrada. Me he perdido en algún momento. Sólo quería escribir un par de líneas para que siguiera teniendo todo sentido. Quizás es que sigo sin tener sentido. Quizás es que nada de lo que haga mientras no tenga un buen propósito seguirá sin tenerlo.



Sólo quiero que esta herida se prenda.