lunes, 5 de marzo de 2012

Sólo Soy un Bicho de Cristal

Una vez acabé "El Temor de Un Hombre Sabio", me entró el agobio. No tengo lectura realmente ociosa por delante, no tengo letras que desmenuzar. Falacia intencional. Sí que tengo, pero vuelvo a tener miedo de escoger mal un libro.
Este libro ha sido una sorpresa. No porque el tema sea interesante porque, como ya he dicho, tampoco es que me sorprenda. Sí lo hacen ciertos detalles, ciertas luces que iluminan ciertas partes de mi imaginación e incluso de mi corazón. Algunas me impiden dormir, ahora mismo. Sí, son las 5.29 de la mañana y no puedo dormir. Quiero dormir y escribir, leer más. Pero es que es esa sensación, ese algo que se me escapa. No sé qué es. No sé cómo poner en palabras todo lo que quiero decir. Mi imaginación parece ver la luz. Y temo que, si no intento focalizarla, dejarla salir, manipularla, darle forma, vuelva a abandonarme, cual musa que se queda dormida. Y tengo miedo. Más del que quiero admitir, porque me hace pensar en todas esas cosas que tampoco tengo y me dan más miedo todavía. Decirlas en alto es, si cabe, más temeroso, más odioso.

"Siempre que me pueda dibujar sobre un naranja impar..."

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