lunes, 31 de enero de 2011

Mira hacia afuera. ¿Recuerdas, verdad? Recuerdas aquella noche en la que fuimos algo más que felices. No hubo más que mirar al cielo. Sentados, en el césped, cogidos de la mano; no dijimos nada, porque no había nada que decir. Quizás en el momento quisimos decir algo, pero tras mirar con perspectiva, quedó más bonito así. Es por eso que en otros momentos más presentes te preguntas si es mejor hablar o quedarte con las ganas. Yo opino que cualquier decisión es mala porque nunca es la que realmente quieres, y cualquier decisión es buena, porque, a través del tiempo, ha sido buena por hacerte como eres en el presente. Nada es bueno ni malo si no pasa por un juicio (injusto) de valor humano.

sábado, 29 de enero de 2011

Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (Nietzche)

La misma relación de un impulso nervioso con la imagen producida no es, en sí, necesaria; pero cuando la misma imagen se ha producido millones de veces y se ha transmitido hereditariamente a través de muchas generaciones de hombres, apareciendo finalmente en toda la humanidad como consecuencia cada vez del mismo motivo, acaba por llegar a tener para el hombre el mismo significado que si fuese la única imagen necesaria, como si la relación del impulso nervioso original con la imagen producida fuese una relación de causalidad estricta; del mismo modo que un sueño eternamente repetido sería percibido y juzgado como algo absolutamente real. Pero el endurecimiento y la petrificación de una metáfora no garantizan para nada en absoluto la necesidad y la legitimación exclusiva de esta metáfora.

martes, 25 de enero de 2011

Porque no sé

Sé que te dije cosas muy feas. No te merecías la mitad; a duras penas te merecías alguna. No quitan que no fueran ciertas muchas de ellas, pero, como siempre, no era ni el momento, ni era el lugar. No espero que lo entiendas, sinceramente; sólo espero (deseo) que me hayas perdonado. No creo -no deberías, al menos- que compartas las formas del final de lo nuestro, porque yo tampoco lo hago. Con todo esto no quiero decir que quiera volver a tu lado, no; ya eres parte de mi pasado, y bueno, en cierto modo, también de mi presente, porque este tiempo me ha cambiado -no en exceso, porque en mi opinión nunca se cambia en exceso-, lo suficiente para mirarme en el espejo y no ver al chico aquel; y es por ti. Sólo puedo darte las gracias. Te quiero, porque no sé, porque no soy capaz de dejar de querer a nadie.

lunes, 24 de enero de 2011

Mi Furia Paranoica

Critícame cuando me lo merezca, miénteme si lo crees conveniente, cúlpame de no saber hacer las cosas bien, o simplemente por no querer cambiar alguna de mis manías; seguramente tengas razón en todo, confío en tu capacidad de razonar, en tu determinación a la hora de hacer todo lo que haces. Sé que eso te hace infeliz, y por eso sufro; no por las verdades que me cuentas, por los reproches habituales, sino porque tu sentimiento de justicia y verdad te mata por dentro, incapacitándote de alcanzar un beneficio personal más allá de aquellos fugaces espejismos que te producen algunas consecuencias de tus actos. ¿Y si hubiera más gente como tú? ¿Sería un mundo infeliz pero justo? ¿La justicia y la verdad nos harán felices a todos? Intentémoslo.

jueves, 20 de enero de 2011

¿Quién eres y qué hiciste con mi amigo?

El tiempo es la mejor perspectiva que hay: a través de él, o teniendo simplemente consciencia de él, puedes asimilar; superar, y si quieres, retomar con mejor predisposición.

sábado, 15 de enero de 2011

Mientes cuando dices que no estás

Historia y dibujo; tiempo y estructura: todo es cuestión de combinaciones más o menos agradables a la vista y, si puede ser, un poco de polémica por algún comentario/dibujo.
Pero yo quiero que la gente se enamore de los personajes, de las situaciones que toman. O, cuando menos, que les motiven, que les toquen la fibra sensible y los recuerden.

miércoles, 5 de enero de 2011

Sueña un pecado y cúmplelo.

Que si "¡Qué cojones!", que si "¡Qué coño!", que si casi cometemos un craso error consecuencia de una culpabilidad que nunca quisimos... ¿Acaso creo conocer el camino que conduce al calor que desprende tu cuerpo?

La noche del cazador

Vamos a parar el tiempo y olvidarnos que es cierto. Vayamos más veloces que el viento, más voluminosos que la propia voz, más libres que la vida misma; porque todos, al fin y al cabo, decidiremos que la muerte es la mejor salida. Porque nada justifica el final: los medios se justifican a sí mismos.

lunes, 3 de enero de 2011

Imposible (no) entenderlo

¿Y si formáramos parte de una especie de mucho más volumen y el concepto "metro" variara?
Piensa en ello.