viernes, 4 de mayo de 2012

Estrella fugaz

Tenía el pelo de un color más rubio y apetecible que el de una cerveza fría, más claro y deslumbrante que el sol. Movía las pestañas que parecía un pase de modelos, movía las caderas de un modo que nadie sabía, porque llamaba tanto la atención que nadie era capaz de mirarla durante más de dos segundos. Era demasiado obvia la atención que requería una belleza así. Las miradas la huían, los oídos se escapaban a su voz de sirena. Su figura deslumbraba tanto que nadie recordaba cómo era, su voz provocaba en los hombres que el olvido se apoderara del recuerdo de ellos.
Sin embargo, o más bien en consecuencia, nadie hablaba de ella. Era la personificación de la belleza en sí y cualquier palabra, cualquier frase era insuficiente para hacerle justicia.

2 comentarios:

  1. Bien, pero..
    "más deslumbrante que el sol" está demasiado usado, resulta tan tópico que pierde el sentido.
    "Era (en sí) la personificación de la belleza (en sí) y cualquier palabra, cualquier frase era insuficiente para hacerle justicia." resulta confuso.

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    1. Gracias, anónimo. 1) hay veces que no me importa tirar de tópicos; 2) corregido.

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