lunes, 16 de enero de 2012

I've made lots of mistakes in my mind

Asiento 29, la cabeza pegada a la ventana; a su lado, su compañero de clase: pelo rizo y castaño. Volvían todos los compañeros de clase de un viaje por la meseta organizado por la Facultad. Volvían, y eso era lo que contaba.
Desperezándose del sueño en el que había caído, todo alrededor se había vuelto raro. Se encontraban en la parada de San Francisco, en Ourense, parados unos minutos para seguir hacia Santiago, pero el tren no estaba parado donde solía. Estaba, increíblemente, en perpendicular a la vía, donde debía estar el túnel destinado a los peatones. Se dio cuenta de que era un sueño demasiado tarde, porque ya se encontraba abriendo la puerta del vagón en movimiento y literalmente volando y despertó con un sobresalto. Estaban parados en la misma estación, sí, pero en el sitio que debían. Decidió bajarse igualmente. En vez de dirigirse a casa, tiró hacia abajo, por el túnel, en dirección a su antiguo instituto.Era mediodía, "deben estar en el recreo", pensó. 4minutos después, se encontraba en el bar de al lado, con su antiguo profesor de Filosofía, hablando de sueños, de sueños dentro de sueños y "más temas en los que uno se puede perder más que la cantante de Russian Red en directo", se encontró diciendo.
En un momento, giró levemente la cabeza hacia un lado y vio a su compañero de clase, el que se sentaba a su lado. "¿Qué haces aquí, Álvaro?", dijo asombrado.
"Vine a despertarte", dijo tras darle una buena patada en donde tanto le dolía.

Y me desperté.

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