lunes, 19 de septiembre de 2011

Boca en la tierra

Respira fuerte, respira muy fuerte. Tanto que se te llenen completamente los pulmones, se te suba el pecho y te baje, a la par, una lagrimilla. Porque siempre se cae una en ocasiones como esta. Tu dolor lo curará el tiempo, si es que tienes tiempo de tener dolor. No estoy loco, estoy reloco.
Pero es el principio, y el fin. Los sentidos están ya locos. Ya no sabes qué es el hambre, el sueño, la fatiga, el sueño otra vez; no es tan difícil creer que hay un mañana.
( http://open.spotify.com/track/5uDddZNX0ZaSUdUGkqxmSN )

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